Los días que pasaron en Battle Creek fueron difíciles, cruciales, pero exitosos. Sin embargo, por el momento se renunció al plan de construir el edificio grande. Se pusieron a un lado martillos, serruchos y paletas, y los dirigentes de la iglesia estaban decididos a seguir el consejo dado. MV 146.7
Se colocó a Jaime en la junta de directores, lo que ayudó a establecer la confianza. Para mantener las cosas en forma estable, les habló de planes que harían posible que el instituto continuase sus actividades dentro de sus recursos. Les aseguró a todos que el negocio era sólido y los urgió a manifestar una actitud indulgente hacia los responsables de los problemas corrientes. MV 147.1
Cuatro años más tarde tuvo la satisfacción de informar lo siguiente: MV 147.2
Hemos trabajado en armonía con nuestra fe y con la bendición de Dios; y la cooperación de amigos fieles en el instituto, y también en otras partes, ha ido incrementándose gradualmente, y actualmente está disfrutando de una gran ola de prosperidad (RH, 12 de septiembre, 1871). MV 147.3
Finalmente el instituto estaba sobre una base financiera sólida, bajo una buena administración y con cuatro médicos en el personal. La ampliación del edificio principal estaba casi terminada, y las cabañas habían sido renovadas; parecía que debería tenerse una rededicación de las instalaciones. Esto ofrecería una oportunidad para relacionar a la ciudad y a la comunidad circunvecina con la institución. Se formó un comité para promover dicho programa, y la contratapa de la Review del 18 de Julio incluía un anuncio de una convención de salud a celebrar-se el jueves 27 de julio, con planes para un banquete. Jaime White, como presidente del comité sobre los arreglos, firmó la notificación. MV 147.4