Elena de White estaba cansada y desgastada y habría aceptado con gusto unas pocas semanas de descanso, pero se encontró inmediatamente involucrada en planes para otro viaje, esta vez a Italia. MV 247.3
Había algunos problemas en Italia. B. L. Whitney, presidente de la Misión Europea Central, sugirió que ella lo acompañase a Torre Pellice para levantar el espíritu de los pocos creyentes, desanimados, que estaban allí. “Cansada y desgastada por las arduas labores de nuestro viaje al norte —escribió ella—, gozosamente habría descansado unas pocas semanas en nuestro hogar en Basilea” (Id., p. 226). Pero se hicieron arreglos para empezar a viajar nuevamente el próximo jueves, menos de una semana después de haber llegado a casa. MV 247.4
El jueves de mañana, 26 de noviembre, el día de su 58° cumpleaños, Elena de White subió al tren para Torre Pellice acompañada por Mary White y Whitney. A. C. Bourdeau acababa de ubicarse allí con su familia. Elena declaró que el propósito de su visita era “animar al pequeño grupo allí que est aba esforzándose para obedecer a Dios bajo grandes dificultades” (Id., p. 231). Los creyentes estaban enfrentando oposición sobre la cuestión del séptimo día, el día de reposo, por alguien que hacía pocos meses lo había aceptado pero que ahora era un enconado oponente. Elena de White presentó el cuadro del comienzo de su trabajo en Torre Pellice: MV 247.5
Al día siguiente, sábado, hablé a los hermanos y hermanas en el salón alquilado en el que ellos celebrab¡m sus reuniones de sábado regulares. Debido a una demora en anunciarse esta cita, pocos, fuera de nuestra propia gente, estaban presentes. Pero sentí el mismo interés en hablar a los pocos que el que habría sentido en dirigirme a centenares. Escogiendo como mi texto Isaías 56:1-7, traté de grabar en ellos la importancia de obedecer a Dios y caminar en la luz, a pesar de tas opiniones o el curso seguido por el mundo (Ibíd.). MV 247.6
Ella señaló que en algunas mentes podría surgir la pregunta de por qué los observadores del mandamiento están separados del mundo en pequeños grupos, y ella contestó: “No es porque elijamos diferir de quienes nos rodean, sino porque vemos la necesidad de obedecer todos los requerimientos de Dios” (Ibíd..). MV 248.1
Un objetivo secundario de su visita a Italia era ver los valles valdenses. Durante la semana ella visitó diferentes lugares, yendo en un carruaje a puntos cercanos de especial interés. Cuando el carruaje no podía ir más lejos, varias veces ella ascendió los cerros para ver puntos de interés histórico relacionados con la experiencia de los valdenses, cuando intentaron ocultarse de sus perseguidores, y donde muchos perdieron su vida. MV 248.2
Ahora estaban en el mismo corazón de los escondites valdenses. El corazón de Elena de White se emocionó mientras repasaba en su mente la historia de testigos de Dios, nobles y perseguidos. Algunos de los alrededores tenían un aspecto familiar para ella, porque en visión se le habían mostrado los afanes y persecuciones de los valdenses. MV 248.3
Mientras permanecía en la casa de los Bourdeau en Torre Pellice, se celebraron reuniones del concilio para estudiar la mejor manera de conducir la obra en Italia. “Seguimos pidiéndole al Señor —escribió ella— que abra el camino para que la verdad encuentre acceso a los corazones de los que viven en estos valles”. Bourdeau habló en el tercer sábado, dándole a Elena un poco de descanso, pero el domingo de tarde ella se dirigió a una audiencia atenta. Habló nuevamente el domingo de noche, su última reunión allí. MV 248.4
A las .4:30 de la mañana del martes 15 de diciembre, ella y sus compañeros estaban en la estación para tomar el tren de regreso a Turín. MV 248.5
Para el fin de semana ella y Mary estaban en casa. Ella habló a los creyentes el sábado de mañana en el salón de reuniones de la casa publicadora. Le estaba esperando mucha correspondencia, y ella retomó su trabajo sin tener planes urgentes de viaje en el horizonte. Ya había visitado los principales países de Europa en los que se estaba extendiendo el mensaje. Si ella iba a permanecer en Europa, esperaba progresar con su trabajo literario. MV 248.6
No se había determinado cuánto duraría su estadía en Europa. Estando viuda por cinco años, jextrañaba a Jaime y su consejo para hacer decisiones! Su hijo, W. C. White, le ayudaba mucho, pero en ese momento estaba ausente asistiendo al congreso de la Asociación General en Battle Creek, Michigan. MV 248.7
En cuanto a su situación en general, Elena de White le escribió a Willie el 22 de diciembre: MV 248.8
Puedo decirte que encuentro abundancia de trabajo que me sigue llegando fácilmente a la mano y no veo un lugar para descansar, ni siquiera en Europa. Pienso que compraré un caballo y un carruaje para andar diariamente. No encuentro satisfacción en los viajes hechos con los cocheros de alquiler (Carta 38,1885). MV 249.1
Al cabo de un mes había hecho la compra, la que describió en una carta a J. D. Rise en California: MV 249.2
Ahora estoy bastante incapacitada a causa de la fractura del tobillo. Me lastimé hace cinco años en Battle Creek. A veces no puedo caminar sin un bastón. He tenido que comprarme un caballo y un carruaje; el costo de todo el equipo ha sido de algo más de $300. Todos consideraron que me era necesario porque seguramente vieron que no podía hacer ejercicio caminando (Carta 18, 1886). MV 249.3
Continuando su carta del 22 de diciembre a Willie, ella esc ribió lo siguiente: MV 249.4
Bien, ciertamente estoy trabajando más que en cualquier otro período de mi vida, y estoy agradecida porque el Señor me ha dado fuerza para trabajar... MV 249.5
Veo que nuestro trabajo aquí apenas ha comenzado; veo que hay tanto para hacer y yo estoy haciendo demasiado. Desearía poder hacer el trabajo de diez. Lo haría gozosamente. Pero sólo puedo hacer el trabajo de uno, y además soy pobre y frágilQuiera Dios mismo obrar (Carta 38, 1885). MV 249.6
“Con respecto a escribir en el futuro —comentó ella—, no sé. Debo escribir”. Una tarea literaria importante que sé le presentaba era la ampliación del primero de los libros sobre el gran conflicto, The Spirit of Prophecy, tomo 1, el que trata de la mayor parte de la historia del Antiguo Testamento, un tomo que iba a convertirse en Patriarcas y profetas. Ella escribió: MV 249.7
Pienso que puedo hacerlo tan bien aquí en Europa como en Norteamérica. Sólo haz esos arreglos como te parezca. Si Marian está cansada y ha hecho sus planes para quedar, puedo enviar allá el material escrito, pero si tú crees que es aconsejable que ella venga, está bien (Ibíd.). MV 249.8
La familia ocupaba ahora cinco cuartos en el tercer piso de la casa publicadora e, Después de regresar de Escandinavia, Elena había descubierto que la casa publicadora sin calefacción era “fría como un granero”, y necesitaba más muebles para hacerla confortable. Había admirado las estufas que había visto en Suecia, de modo que fue y seleccionó “una de esas estufas de barro cocido” como las “blancas en Suecia, pero ésta que compramos es de unos 2 metros (6 pies) de alto, y de un color marrón. Es una belleza por $20... Como te das cuen ta, estaremos aquí muy bien acomodados para el invierno” (Carta 37, 1885). MV 249.9
En esa misma carta ella escribió; MV 250.1
Los hermanos Whitney y Kellogg están verdadera y sinceramente haciendo todo lo que pueden por nosotros. El Hno. Kellogg se hospeda con nosotros. Parecen pensar que yo debo tener todo lo que necesito para que esté confortable. MV 250.2
Pero se ha gastado muy poco en muebles. Cosas que se han recogido y prestado nos han equipado con tres buenos armazones para las camas y colchones. Ambas piezas tienen alfombra que no las cubren enteramente, pero que satisfacen todos los propósitos (Ibíd.). MV 250.3
Durante los meses de invierno y de la primavera de 1886, Elena dedicó sus energías a escribir, con viajes ocasionales de fin de semana a iglesias cercanas en Suiza. Además de su trabajo casi constante de escribir cartas, su primer trabajo literario era implementar la resolución, aprobada durante los últimos días del Concilio Misionero Europeo, que pedía la publicación en inglés de un “informe de las misiones europeas, con el informe de las disertaciones matinales de la Hna. White y un boceto de su visita a las misiones” (ver HS, p. 118). Esto sería para informar y animar a los miembros en Norteamérica. MV 250.4