Cuando W. C. White, a comienzos de febrero, regresó de la sesión de la Asociación General celebrada en Battle Creek, Michigan, trajo consigo a un buen grupo de obreros. Incluía al pastor L. R. Conradi y a su esposa, y a Marian Davis. He aquí lo que Elena comentó cuando recibió la noticia de que pronto estarían en Basilea: “Esto decide la cuestión de que permaneceremos en Europa durante la mejor parte del año 1886. Prepararemos libros aquí y los haremos publicar aquí” (Curta 94,1886). MV 250.5
Cuando llegó la primavera a Suiza, se estaban trazando planes para la obra en Europa. Elena de White escribió en una carta noriciosa: MV 250.6
Estamos ahora contemplando otro viaje a Italia. Debiéramos visitar otras iglesias; nos están llamando en voz alta. Nos están pidiendo que visitemos nuevamente Dinamarca, Suecia y Noruega. Estos lugares demandan mucho trabajo duro, y le temo, pero siento que debemos ir. Jesús no vivió para agradarse a sí mismo. No sé si nos alejaremos de aquí este invierno. Que el Señor nos dirija (Carta 11,1886). MV 250.7
Diez días más tarde, el jueves de mañana, 15 de abril. Elena, acompañada por Sara, Willie y Mary, abordaron el tren para Italia. El viernes estaban en Torre Pellice, nuevamente en la casa de A. C. Bourdeau (MS 62, 1886). MV 250.8
Pasaron seis semanas entre su regreso a Basilea y el momento cuando tenían que partir para la segunda ronda de visitas a los países escandinavos. Elena usó estas semanas en su trabajo literario y en visitas de fines de semana a las iglesias cercanas. MV 251.1