Una de las razones por las que la Asociación General les pidió a Elena de White y a su hijo que fuesen a Australia era la necesidad que había allí de una escuela para preparar a los jóvenes en su tierra natal. El principal asunto de negocios en la sesión de la Asociación Australiana que se celebró inmediatamente después del arribo de ellos a Melbourne fue el establecimiento de una escuela tal. Se tomaron medidas para que un comité encontrase un lugar, para lo cual se nombraron miembros que representasen a Australia y a Nueva Zelanda. MV 294.6
El siguiente paso fue asegurar el apoyo de los creyentes en Nueva Zelanda, una Asociación con una feligresía equivalente a dos tercios de la de Australia. Esto se logró en la sesión de la Asociación de Nueva Zelanda realizada en Napier, del 1o al 14 de abril de 1892. Ahora era el momento para avanzar con el desarrollo de los planes y para idear medios que proporcionasen el apoyo financiero. MV 294.7
Desafortunadamente Australia estaba entrando en una depresión económica. No todos los creyentes veían la necesidad de una escuela; no obstante, dieron los primeros pasos para decidir dónde debiera ubicarse la escuela. Algunos argumentaban en favor de Sydney, otros en favor de Melbourne. La Sra. White favorecía este último lugar. MV 295.1
El trabajo tuvo que comenzar en edificios alquilados. Como las alternativas para el lugar se redujeron a Melbourne, parecía que el área conocida como North Fitzroy, a unos 3 kilómetros (2 millas) de la casa publicadora, sería la mejor. Allí encontraron un complejo consistente de cuatro edificios, dos de los cuales estaban disponibles, y el costo del alquiler estaba dentro de lo razonable. Del otro lado de los edificios había campo abierto (Carta 13, 1892). MV 295.2
La escuela se inauguró el 24 de agosto de 1892, con una matrícula de 25 estudiantes. Lo que no se hizo público en forma general fue cómo, frente a circunstancias financieras adversas y a la indiferencia de parte de muchos, la escuela en efecto se puso en marcha. Elena de White iba a referirse a eso algunos meses más tarde. En una carta a Harmon Lindsay, tesorero de la Asociación General, ella dijo: MV 295.3
El invierno pasado, cuando vimos que debíamos tener una escuela para hacer frente a las demandas de la causa, no sabíamos de dónde obtendríamos los fondos... [Elena de White habla de gastos.] Algunos pensaban que esto no podía hacerse; sin embargo, nosotros sabíamos que debía empezarse en 1892. Algunos pensaban que todo lo que podía hacerse era realizar un corto instituto para los ministros. MV 295.4
Sabíamos que había muchos jóvenes que necesitaban los beneficios de la escuela. Mientras estábamos profundamente perplejos en cuanto a cómo podríamos empezar, el mismo plan que me fue sugerido a mí mediante una impresión en mi mente, le fue sugerido a Willie de la misma manera, y... eso pasó en la misma noche. MV 295.5
Por la mañana, cuando vino a contarme de su plan, le pedí que esperase hasta que yo le dijese el mío, que era el de que usáramos los derechos de autor de los libros extranjeros vendidos en Norteamérica. MV 295.6
Aunque estaba sufriendo dolor, me sentía inquieta por este asunto, y le oré fervientemente al Señor en busca de luz, y ésta vino. Usted sabe que no estaría bien que yo usara el dinero que está apartado para otros propósitos. MV 295.7
De los derechos de autor mencionados antes, invertí $1.000 para ser usados cuando más se los necesitase. Pero deben usarse $500 como un fondo para traer a la escuela a estudiantes que no pueden venir y que no vendrán a menos que tengan ayuda. Willie dijo [que] teniendo esta declaración para colocarla ante la junta directiva tendremos su influencia para que nos respalden. Así es cómo se le dio comienzo a nuestra escuela (Carta 79, 1893). MV 295.8