La familia Hare ya era bien conocida entre los adventistas de las antípodas y seguirían siéndolo durante las generaciones venideras. Edward Hare y su esposa estuvieron entre los primeros de Nueva Zelanda en aceptar el mensaje del tercer ángel cuando S. N. Haskell comenzó a trabajar en Auckland a fines de 1885. Tan pronto como aceptó la verdad del sábado, estuvo ansioso de que su padre, Joseph Hare, quien residía en Kaeo, oyese también el mensaje. De modo que Haskell visitó Kaeo, 256 kilómetros (160 millas) al norte de Auckland. MV 305.4
Como resultado de esa visita muchos miembros de esa familia aceptaron el mensaje del tercer ángel, incluyendo al Papá Hare. Entre los 24 hijos, 16 de los cuales estaban casados, varios eran personas de una capacidad fuera de lo común, y muchos de ellos tenían recursos y ejercían una extensa influencia. MV 305.5
La pequeña capilla en Kaeo fue construida por la familia Hare, quienes mayormente constituían su feligresía. MV 305.6
Ahora, ocho años después de la primera visita de Haskell, Elena de White estaba en Nueva Zelanda y se la instó a visitar Kaeo. Kaeo quedaba a 24 horas de viaje desde Auckland yendo en un barco costero, que hacía varias paradas en la ruta. Había el tiempo justo para hacer una visita de dos semanas a Kaeo antes de abocarse a los preparativos para el campestre cuya apertura estaba planeada para el jueves 23 de marzo, en Napier. MV 305.7
De modo que el lunes el grupo White, el mismo que había venido desde Australia, abordó el Clansman en Auckland para su viaje semanal al norte. MV 306.1
Cuando llegaron a su destino, el puerto de Whangaroa, a las 7:00 de la noche, Joseph y Metcalfe Hare estaban allí para recibirlos. Los hombres habían viajado 5 kilómetros (3 millas) desde Kaeo en su esquife. Los viajeros y el equipaje fueron transferidos al pequeño bote, y emprendieron el viaje de dos horas a Kaeo. El agua estaba en calma, el aire era benigno, y la luna nueva daba justo suficiente luz como para destacar el perfil de las montañas (RH, 30 de mayo, 1893). Elena de White describió el viaje en su diario: MV 306.2
Willie se sentó en el extremo del bote llevando el timón, con su espalda contra la mía para darme apoyo y para guiar el bote. Los hermanos Haré estaban de pie en el bote, cada uno con un remo, y eran guiados a viva voz y con el movimiento de la cabeza cuando el bote debía virar a la derecha o a la izquierda en un pasaje estrecho, esquivando las rocas y los lugares peligrosos. MV 306.3
El panorama en este pasaje debe ser extraordinario cuando se lo puede ver, pero era de noche y nos vimos privados del privilegio de observar el escenario. El agua era tan calma como la de un hermoso lago... El lugar para desembarcar estaba cerca del patio trasero de Joseph Hare. Subimos al malecón, con ayuda, y pasamos por el pórtico, y unos pocos pasos más nos condujeron a la veranda posterior [porche]. Ascendimos los escalones y entramos por la puerta abierta, y la Hna. Hare nos dio la bienvenida (MS 77, 1893). MV 306.4
Por la mañana vino Papá Hare con su carruaje y nos llevó a su casa en un viaje de 5 kilómetros (3 millas). Mientras viajaban, Elena de White contemplaba extática lo que veía: helechos arborescentes en abundancia, montañas “estrechamente ligadas la una a la otra, redondeadas o agudas en la cima, y como precipicios a los costados; entonces uniéndose con ellas había todavía otra montaña y otra, presentándose un pico tras otro como eslabones unidos en una cadena” (Ibíd.). La casa de Papá Hare estaba bien ubicada, cerca de una montaña alta y boscosa. Un arroyo que corre por el lugar suplía de agua pura. Había un huerto próspero de manzanas, peras, duraznos, ciruelas y árboles de membrillo, y más allá, pinos hermosos, fragantes. MV 306.5
El sábado de mañana la Sra. White habló en la pequeña capilla que la familia Hare había construido. Mientras estaba de pie ante su audiencia, reconoció rostros que había visto en visión, como le había ocurrido muchas veces. Estaba bien consciente de las experiencias y actitudes de algunos de los presentes (Ibíd.). El domingo de tarde se dirigió a unos 200 miembros de la comunidad en la iglesia wesleyana. George Starr habló en la misma iglesia el domingo de noche. Así comenzó una estadía bien ocupada en Kaeo. MV 306.6
Algunos miembros de la familia Hare todavía no habían confesado a Cristo. En cuanto a los jóvenes ella escribió que “hay algunos en Kaeo a quienes Dios ha estado llamando para capacitarlos para trabajar en su viña, y nos regocijamos de que varios se están preparando para ir a la Escuela Bíblica” en Australia (RH, 30 de mayo, 1893). Debido al mal tiempo y a horarios irregulares del barco, los visitantes permanecieron una semana extra en Kaeo. Llenaron el tiempo con reuniones y visitas fervorosas hechas a una familia tras otra. Cerca del tiempo cuando debían partir, Minnie y Susan Hare, de 20 y 14 años, respectivamente, las hijas menores de Papá Haré, fueron bautizadas. MV 307.1
El jueves 16 de marzo por la mañana, el grupo visitante tomó el vapor para Auckland. Elena de White y los Starr fueron llevados al puerto de Wbangaroa el miércoles de tarde de modo que la Sra. White pudiera hablar en el edificio de la municipalidad esa noche. W. C. White y Emily Campbell vinieron con el equipaje el jueves temprano por la mañana, y pronto estaban en el Clansman en viaje a Auckland. MV 307.2
En Auckland cambiaron al Wairarapa, rumbo a Napier. Estaba planeado que allí se iniciase el primer campestre adventista en el hemisferio sur el jueves 23 de marzo. MV 307.3