Cuando comenzó el año 1897, la mayor parte de las actividades en Cooranbong se relacionaban con la apertura de la Escuela de Avondale, anunciada para el 28 de abril. En el día de Año Nuevo, el Prof. Lacey, que había regresado a Australia para ayudar con la nueva escuela, estaba trabajando de lleno, con la ayuda de su esposa, Lillian, en el envasado de fruta para la institución, comenzando con los damascos. Una donación de $60, que acababa de recibirse para ayudar “donde... más se necesitara”, fue destinada a la compra de otras frutas, duraznos, ciruelas, etcétera, a medida que madurasen. “Debe haber una amplia provisión de fruta”, declaró Elena de White. MV 339.2
En la víspera de Año Nuevo, Lacey había sido enviado para recorrer a caballo la comunidad a fin de invitar a los adventistas para una reunión planeada por Elena de White. Ella estaba decidida a que al acercarse la fecha fijada, el entusiasmo por el proyecto de la escuela no declinase. Era una noche extremadamente calurosa, con el aire “pesado y sofocante”, de modo que en vez de reunirse en la planta alta del aserradero, se sacaron sillas para que la gente se sentase sobre el “verde césped”. Elena de White habló, sentada en su carruaje con Sara McEnterfer a su derecha, sosteniendo una lámpara, y el Prof. Lacey sentado a su izquierda, también con una lámpara. Ella informó más adelante que “todos escucharon con interés” mientras leía de un manuscrito, y luego habló por un tiempo, contando del “establecimiento de la obra en diferentes localidades, donde se habían erigido edificios para escuelas, sanatorios y lugares de adoración”. MV 339.3
En vista de todo lo que necesitaba hacerse antes de que la escuela pudiera inaugurarse el 28 de abril, parecía casi imposible completar la tarea. MV 340.1
Considérese lo siguiente: Los edificios no estaban terminados. Los carpinteros se estaban quejando de sus salarios y amenazaban con renunciar. Como se mencionó previamente, W. C. White, el presidente de la junta directiva, había sido enviado a Norteamérica para velar por los intereses australianos. El Prof. Rousseau, que había estado vinculado con la escuela desde el comienzo de la Escuela Bíblica en Melbourne, había regresado a los Estados Unidos. En adición a esto, Herbert Lacey, que había sido elegido como director de la escuela, contrajo fiebre tifoidea durante una visita a Tasmania para promover la escuela. El y su esposa, Lillian, estarían ausentes de Cooranbong hasta el 9 de abril. Haskell, cuyo fuerte apoyo se necesitaba, había estado de visita en África durante varios meses. MV 340.2
Metcalfe Hare, el gerente administrativo de la escuela, se apoyaba mucho en Elena de White, y cuando debían tomarse decisiones importantes se la consideraba a ella como la administradora de rango más alto, un papel que ella no había escogido ni codiciado. Pero los que estaban junto a ella reconocían que tenía discernimiento y experiencia que los otros no tenían. MV 340.3
Cierto día fue a ver el progreso que se estaba haciendo en el segundo edificio, que proveería un comedor, cocina y despensa para la escuela (Carta 33, 1897). Tras observar la situación general, tuvo algunas preguntas que hacer: MV 340.4
“¿Qué lugar han preparado para que se alojen los varones?”, pregunté. MV 340.5
“El salón que está en la planta alta del aserradero —contestaron—. Muchos estudiantes pueden dormir allí, y también conseguiremos carpas”. MV 340.6
“¿Es éste el mejor plan que tienen?” MV 340.7
“Es lo mejor que podemos hacer. Cuando este edificio se complete, se habrá gastado nuestro dinero”. MV 340.8
“¿Han pensado cuánto dinero se necesitaría para añadirle otro piso a este edificio?” MV 340.9
Varios estaban presentes. “No podemos hacer eso —dijo el Hno. Hare—, pero desearía que pudiéramos hacerlo”. MV 340.10
“Usted debe hacerlo, Hno. Hare —dije—. ¿Cuál sería el costo?” MV 340.11
“No menos de £100”, contestó. MV 340.12
“Entonces le aconsejo que le añada el segundo piso, y así se provee un dormitorio para los varones y un lugar de reuniones para la iglesia”... MV 340.13
“¿Qué haremos?”, preguntaron. MV 340.14
“¿Por qué? —dije—, ¿mis sugerencias llegan demasiado tarde? ¿Los trabajos preliminares han avanzado tanto que sería un sacrificio cambiar ahora?” MV 340.15
“En realidad —fue la respuesta—, si sus sugerencias hubieran sido hechas un día más tarde, nos habrían significado cierta pérdida”... MV 341.1
Yo dije: “Yo seré responsable por el cambio hecho. Si viene alguna censura, que recaiga sobre mí. Tendrán gastos para conseguir las carpas y el trabajo de armarlas. Los estudiantes no debieran ser puestos en el cuarto encima del aserradero. La influencia sería desmoralizadora” (Carta 141, 1897). MV 341.2
“Ahora —escribió ella— tenemos este edificio de dos pisos hermosamente completado”. La expansión proveyó un “salón para las reuniones del sábado” y “un dormitorio [o internado] para los jóvenes” (Carta 33, 1897). MV 341.3
Ella le confió en una carta a Willie: MV 341.4
Asegúrate que el Hno. Hare es consultado en todo, y él no avanzará en nada sin consultarme a mí. Avanzamos armoniosamente en todos nuestros planes. El Hno. Haskell dice que no servirá para nada cuestionar ninguna cosa que yo propongo, porque el Hno. Hare levanta su brazo derecho y dice: “Lo que la Hna. White aconseja que se haga, se hará, sin ningún ‘si’ o ‘y’ al respecto” (Carta 141, 1897). MV 341.5
Ella también declaró: MV 341.6
Todos los que ven este piso superior del segundo edificio dicen: “¿Qué podrían ustedes hacer sin él?” El Hno. Hare dice que él no habría asumido la responsabilidad de cambiar nada si la Hna. White no hubiera estado allí en el terreno para decir qué era lo que más se necesitaba. Pero ese piso adicional le hace mucho bien al Hno. Hare (Ibíd.). MV 341.7