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CAPITULO 21— SUNNYSIDE, LA GRANA DE ELENA DE WHITE MV 347

Desde el mismo comienzo, cuando comenzaron a elaborarse los planes para el uso de las 587 hectáreas (1.450 acres) de la propiedad de Brettville, se calculó que algo de la tierra se vendería a familias adventistas. Para julio de 1895 se rumoreaba que unas 49 hectáreas (120 acres) se estaban usando de esta manera. El domingo 7 de julio por la mañana, Elena de White negoció para que se separe de la propiedad la primera sección de esta tierra, 16 hectáreas (40 acres) en el lado norte del terreno. Por esto ella pagó $1.350. “La razón por la que compro ahora —escribió— es para que pueda proveer el dinero que ellos [los que están vinculados con la escuela] necesitan tanto precisamente ahora” (MS 61, 1895). MV 347.1

Ella planeó dejar algo de la tierra como área boscosa, usar algo para pastoreo, y algo para un huerto y un jardín. Por supuesto, se escogería un sitio selecto para la ubicación de la casa (Carta 88a, 1895). MV 347.2

Por algún tiempo ella sintió que debía tener su casa en una ubicación más propicia para su trabajo de escribir que la casa alquilada, de tamaño grande, en Granville. Allí le parecía inevitable que debía atender lo que parecía un “hotel gratuito”, con gente que iba y venía casi cada día. Ahora decidió construir una pequeña cabaña donde no se le podrían hacer esas demandas. También decidió cultivar una porción de su terreno para proveer una lección objetiva de lo que podía hacerse en esa área en materia de agricultura. Estaban a mediados de julio, y averiguando se enteró de que cualquier cosa que debía hacerse para plantar un huerto tenía que realizarse en las próximas pocas semanas. MV 347.3

Cuando las 16 hectáreas (40 acres) entraron en su posesión, el primer paso para cultivar su pequeña granja fue despejar la tierra para el huerto. Pronto se armaron en su propiedad tres carpas de buen tamaño. La Sra. White y su nieta Ella vivían en una y también, gran parte del tiempo, una de sus mujeres ayudantas. Otra de las carpas se usaba para cocinar y comer, y la tercera era ocupada por algunos de los hombres (8 WCW, p. 31) que limpiaban el terreno y plantaban los árboles. A medida que progresaba la construcción de su pequeña casa, Elena de White estaba atenta para hacer mandados para los trabajadores a fin de ahorrarles tiempo. También escribía un poco. MV 347.4

Comenzando casi desde la nada, a comienzos de agosto los hombres habían progresado considerablemente en el trabajo de “la granja”, y se había puesto el fundamento para la casa (Carta 156, 1896). Su descripción del 28 de agosto del pequeño campamento en Sunnyside es reveladora: MV 347.5

Estoy sentada en la cama escribiendo a las 3:30 a.m. No he dormido desde la 1:30. Ella May White y yo somos las únicas ocupantes de una carpa familiar grande y confortable. Cerca está otra carpa de buen tamaño, usada como comedor. Tenemos una choza tosca que sirve de cocina, y un pequeño depósito de 1,5 por 1,5 metros (5 pies por 5 pies). Luego está otra carpa, que aloja a tres de mis trabajadores. Le sigue un cuarto cerrado pero no terminado, para lavadero y taller. Ahora es usado como dormitorio por dos hombres, el Hno. Shannon, mi maestro de obras, y el Hno. Caldwell. Nosotros les damos comida a estos cinco hombres. Varios otros trabajan en el terreno que se arreglan ellos mismos para su alojamiento y comida. Fannie Bolton ocupa otra carpa, bien arreglada con su órgano y muebles. Como ven, tenemos un buen pueblito de carpas (Carta 42, 1895). MV 348.1

En un viaje rápido a Granville a fines de julio, Elena de White, con Hare, Rousseau y W. C. White, pasaron un día recorriendo los alrededores para buscar información sobre cómo conseguir árboles frutales y plantar un huerto. Ella también tenía otro asunto en mente. MV 348.2

Fui a Sydney para ver si podía encontrar cualquier cosa, algo barato, para las familias pobres. El dinero es tan escaso que a duras penas sabemos qué hacer y adonde acudir para suplir las demandas en una variedad de áreas. La calamidad causada por el fracaso de los bancos se ha sentido agudamente, y todavía se seguirá sintiendo. Estamos atentos a las oportunidades en las que las mercaderías se ofrecen a mitad de precio y compramos material muy excelente para dar a aquellos que no pueden comprar lo que necesitan (MS 61, 1895). MV 348.3

El miércoles, el último día de julio, ellos estaban nuevamente comprando: MV 348.4

Todo el día W. C. White, Emily y yo pasamos en Sydney comprando las cosas esenciales para nuestro uso en la vida del campamento. Pensamos que era sabio escoger un juego de utensilios de cocina de hierro esmaltados que resistirán las mudanzas y el manejo (Ibíd.). MV 348.5

Los derechos de autor y algunos préstamos le permitían a Elena de White hacer lo que otros no podían hacer en materia de actividades misioneras. MV 348.6

El lunes de mañana, 19 de agosto de 1895, Elena de White estaba feliz cuando tomó su pluma para escribirle a Edson. Párrafo tras párrafo rebosaba de buenas noticias: MV 348.7

Ayer, 18 de agosto de 1895, se plantaron los primeros árboles [frutales] en el terreno de Avondale. Hoy, 19 de agosto, van a plantarse los primeros árboles en la granja de la Sra. White, una ocasión importante para todos nosotros. Esto significa mucho para mí (Carta 126, 1895). MV 348.8

La razón de su júbilo era que se había comenzado a plantar. MV 349.1