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CONSEJERA A LARGA D1S1ANCIA MV 363

Durante los nueve años que Elena de White estuvo en Australia no perdió de vista lo que estaba sucediendo en Norteamérica. Aunque su mente estaba llena de preocupaciones, promoviendo el mensaje en Australia y Nueva Zelanda, eligiendo sitios para escuelas y reuniones bajo carpa, se ingenió para mantener un volumen de correspondencia casi abrumador a través del océano. MV 363.4

Se requería un mes completo para que la correspondencia cruzara el Pacífico en cada sentido, y los barcos que la transportaban viajaban una vez por mes. Preparar la correspondencia para que anduviese en horario no era una tarea pequeña para Elena de White y sus secretarias. Había problemas serios y situaciones agonizantes. Su diario registra la profundidad de la preocupación que sentía por dirigentes e individuos. MV 363.5

El 9 de abril de 1894, ella escribió sobre la preparación de la correspondencia para Norteamérica mientras la casa estaba llena de visitas. “El pastor Starr tuvo que encargarse en gran medida de atender a las visitas —escribió— porque debían prepararse mis cartas para el correo norteamericano” (MS 23, 1894). Y el 16 de abril, el día en que se cerraba el correo, cuando ella terminó su carta a A. T. Jones, declaró con cansancio: “No puedo escribir más. Este correo lleva más de 100 páginas” (Carta 68, 1894). El correo para Norteamérica del mes de mayo llevaba 150 páginas, algunas dirigidas al presidente de la Asociación General. MV 364.1

Las comunicaciones tenían de cuatro a doce páginas de material escrito a máquina, a doble espacio, y las pocas líneas citadas en este tomo, aunque seleccionadas para resumir el énfasis de un mensaje respectivo, representan ejemplos apenas muy breves de los muchos, muchos mensajes redactados con mucho cuidado. MV 364.2