Cuán negativo es para los padres, mostrar por precepto y ejemplo, mediante su conversación y conducta, que este mundo acapara toda su atención. ¿Quién les concedió la capacidad de razonar? Pues fue Dios quien les dio un cerebro y una mente para que fueran educados, adiestrados y disciplinados. Solamente él puede hacerlo. SE1 212.2
Cuando los padres enseñan a sus hijos desde su niñez, ¿acaso no debiera ser respecto a Dios y a Jesucristo, a quien ha enviado? Cuando las palabras de vida, las lecciones de Jesucristo, se conviertan en algo familiar, los tesoros del corazón serán conformados según los tesoros del Dios del cielo. De ser así les estarán enseñando a sus hijos a conocer a Dios y a Jesucristo, a quien ha enviado. No como los niños han sido instruidos en generaciones pasadas, diciéndoles que Dios los espía y que es un juez severo. No, no hay enseñarles eso. Necesitan entretejer el amor en sus propios caracteres, y necesitan implantarlo en el corazón de sus hijos. Necesitan practicar la verdadera cortesía cristiana en sus vidas, y aplicarlas a las vidas de sus hijos. La necesitan en las vidas de sus hijos. Deben enseñarles que están viviendo a la vista de Dios, que están viviendo a la vista de Jesucristo. SE1 212.3