TODO LO relacionado con la obra de Dios tiene como fin enseñar; todo lo que se haga en una reunión campestre tiene como propósito hacer el bien. Hay que presentar este pueblo ante el mundo, refinado, con firme propósito, con planes sabios, de tal manera que tenga una influencia convincente sobre los no creyentes. Somos un pueblo modelo, y así es como debe ser. La verdad es sagrada, y todo lo que esté relacionado con ella debe mantenerse en un sitial elevado. Hay algunos asuntos que se me presentaron respecto a nuestras reuniones campestres, que escribí hace aproximadamente un año, mientras estaba en Petoskey, Michigan. SE1 151.1
Jamás nos graduaremos en la Palabra hasta que Jesús nos traslade a la vida futura, pues allí aprenderemos por toda la eternidad. Si hemos de ser maestros debemos estar siempre aprendiendo, presentando cosas nuevas y SE1 151.2
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3 de septiembre de 1891. Manuscrito 11, 1891. viejas. Deberíamos continuamente estar descubriendo en su Palabra ricas vetas de mineral precioso. Es un tesoro de valor incalculable para el pueblo de Dios. No tenemos tiempo para la indolencia; sino que hemos de tener en todo momento nuestros corazones abiertos para que el Espíritu de Dios repose sobre nosotros.
En los congresos campestres ustedes necesitan hacer cuanto puedan a fin de enseñar en diferentes renglones como lo hizo Cristo. Nuestro Señor predicó pocos sermones. Él fue el gran Maestro; las multitudes se reunían adondequiera que él iba para escuchar sus instrucciones, y él les enseñaba como quien tenía autoridad. Sabían que él estaba enseñando la verdad. Él hablaba como ningún hombre había hablado. SE1 152.1
Los pastores deben estar preparados para trabajar imitando al modelo divino. A muchos de ustedes les gusta enseñar, pero no se han comprometido a enseñar la sencillez del evangelio de Cristo. La gente escuchará sermones que a menudo son el doble de largos de lo que deberían ser, y tan solo pueden conservar unos pocos elementos del discurso debido a que sus mentes han estado todo el tiempo extasiadas en asuntos temporales y terrenales. Por lo tanto, están tan imbuidos de pensamientos mundanos, que la verdad de Dios no los impresiona. No les llega a las mismas profundidades del alma, la reja del arado de la verdad no profundiza lo suficiente. Por tanto, salen de la reunión y vuelven a lo mismo de antes. Cuando los sermones son más del doble de largo de lo que deberían, las palabras pierden su fuerza en la mente de los oyentes, puesto que surgen otras cosas que ahogan las semillas de la verdad. La verdad de Dios debe hacerse sentir en todos los aspectos. Es por su interés eterno que ustedes deben conocer esto. Las semillas de la verdad tienen que sembrarse tan profundamente que lleguen a afirmarse y llevar fruto para la gloria de Dios [...]. SE1 152.2
Cuando se presente la verdad es necesario hacer aplicaciones y apelaciones que insten a la gente a tomar una decisión, una decisión importante. ¿Quién está presente cuando se expone esta verdad? Alguien además de usted. El demonio y sus ángeles están presentes para arrebatar las semillas de la verdad. ¿Hay alguien más? Los ángeles de Dios y de Jesucristo también se encuentran en el terreno. ¿Y qué sucede entonces? Cuando usted trata de grabar la verdad en el corazón de otros, usted será un colaborador de Jesucristo [...]. SE1 152.3
Quiero decirles que Dios no desea que andemos con un semblante triste, ceñudo, sombrío y abatido. Él no quiere que hagamos eso. Quiere que miremos a los brillantes rayos del Sol de justicia y que captemos esos rayos luminosos para que puedan brillar en todos los rincones de la mente; de forma que puedan brillar en el templo del alma, y, en consecuencia, podamos sacar del tesoro del corazón las cosas preciosas de Dios, porque de él mana la vida [...]. SE1 152.4
Ahora bien, hermanos, he leído esto; pero es tan solo una pequeña parte de lo que tengo respecto a Michigan. Me senté aquí el lunes pasado, mientras en su Asociación se analizaba la decisión. [Se recomendó que el diezmo de la iglesia de Battle Creek, que previamente se había asignado a la Asociación General, se diera todo nuevamente a la Asociación de Michigan]. Yo me sentía muy débil como para hablar en ese momento. No me atreví a hacerlo. Mi corazón estaba tan débil y palpitaba tan dolorosamente que sentí que si intentaba hablar sería a costa de mi propia vida, porque sabía que si hablaba esos asuntos me afectarían grandemente. Al regresar a casa y revisar algunos de mis escritos para Australia, encontré algunos mensajes que habían sido escritos y copié algunos de ellos. SE1 153.1
Veo que no es el valor del dinero, sino el principio que se presentó en ese momento antes de irme, lo que no estaba de acuerdo con la luz que Dios me había dado. La situación de ustedes no ayudará en nada. Solo los colocará donde ustedes no harán lo que Dios quiere que sea hecho. No entendía eso cuando se presentó el asunto de los diezmos de la iglesia de Battle Creek, sino que incluía a todo Míchigan; pero después que fui a casa se me presentó con mayor claridad. SE1 153.2
Si esa resolución, que ustedes mantengan todos sus diezmos en Michigan, es aprobada, será el peso más insoportable que jamás hayan llevado a Míchigan, y el próximo año ustedes se darán cuenta de esto. Si desean que esa carga sea quitada de sus almas, es mejor que anulen dicha resolución, y dejen las cosas como estaban. Sé que en Míchigan hay muchas necesidades. Esto me ha sido presentado una y otra vez. Ellos se cruzan de brazos y dicen: «Hay abundancia de diezmos. La iglesia de Battle Creek que aporta mucho, no necesita mis diezmos; pero creo que depositaré mis diezmos aquí donde serán de ayuda”. De ese modo, no se hace ni la vigésima parte de lo que se podría hacer. SE1 153.3
Este asunto se me mostró en 1888. Yo estaba presentando un mensaje a la Asociación de Michigan, tan importante como el que les estoy presentando a ustedes ahora; pero respecto a este tipo de cosas nunca actúo de inmediato a menos que el Espíritu de Dios me impulse, y ahora me siento inspirada por el Espíritu de Dios a decir que no hay un pueblo con un corazón más liberal en este mundo que Michigan. Sin embargo, no quieren que nadie les ayude, son egoístas, avaros y no se entregan a la causa y a la obra de Dios. SE1 153.4
Cuando comprendí lo que sucedía, no había dudas sobre el asunto en mi mente. Les digo, hermanos, que en lugar de retener, deben dar con mayor generosidad, porque se están abriendo campos por todas partes. Las almas están llegando a la verdad, y muchas de ellas nunca han escuchado un sermón. SE1 154.1
Ojalá ustedes pudieran escuchar los conmovedores pedidos que me hace la gente. Me dicen: «Quiero sus libros. Quiero Patriarcas y Profetas pero no tengo dinero para comprarlo. Quiero el tomo IV y no tengo dinero para comprarlo. Quiero los Testimonios pero no tengo los recursos para adquirirlos”. Estos pedidos me llegan continuamente. ¿Puedo abstenerme de ayudarlos? He enviado un montón de libros sin recibir un centavo por ellos, porque sé que esas personas deben leer estas obras. La verdad de Dios está penetrando en todas partes. SE1 154.2
Hay misiones que deben ser apoyadas. Recuerdo cuando me encontraba en Suiza, cuán agobiados estaban por falta de recursos. Le pregunté a un hombre cuánto ganaba por su trabajo, y me dijo: «$150 al año». Tenía una familia de cinco miembros y trabajaba por esa cantidad. Ese hombre estaba agobiado por las necesidades básicas de la vida. Se podría pensar que uno moriría de hambre si estuviera viviendo con esa cantidad. Ustedes no se imaginan cómo es eso. Yo sé cómo es. Les hará bien que les diga. La mitad del mundo no sabe cómo vive la otra mitad. Mientras que ustedes disfrutan de las comodidades de la vida, deben hacer la voluntad de Dios ayudando a los demás. SE1 154.3
Cuando estaba en Oregón, el pastor Loughborough hizo un llamamiento a los miembros de la Asociación del Norte de Columbia para que hicieran un donativo a dicha Asociación. Esta lo necesitaba mucho. El poder del Espíritu de Dios se manifestó en la reunión. Todo era luz en el Señor, y estaban tan entusiasmados que dijeron que lo harían. Cuando terminó la reunión, no sé cómo pasó, si fue que alguien se los propuso o no, ellos dijeron: «Necesitamos todo este dinero en nuestra Asociación”. No sé quién los convenció, pero esto obró como la levadura. Todo lo que necesitaron fue hacerles creer que en realidad eran mártires, y que se requería más de ellos de lo que podían dar. Estos hombres se estaban apartando de Dios. SE1 154.4
Fui a Oregón cuando mi marido estaba enfermo de parálisis, y di mi testimonio, y el poder de Dios reposó sobre mí. Al año siguiente fui al Norte de Columbia. Allí estaban todos estos personajes acaudalados. Los que más tenían eran los que más se quejaban. Ahí estaban con todas sus quejas. Cuando me paré en el pulpito les pregunté de qué se quejaban. Sabía de qué se quejaban, y le dije al hermano Miller: «Usted se comprometió con cierta cantidad de dinero para la causa. ¿Qué hizo después que se comprometió? Fue y habló de su descontento y Dios redujo sus cosechas en proporción a lo que usted retuvo. De acuerdo con esto, Dios le redujo sus cultivos”. Dije: «Necesitamos fortalecer esta Asociación”, y miré al hermano Van Horn y le dije que pusiera mi nombre en lugar del hermano Miller. «Asumiré su parte. Seré responsable por él». Llamé a otro de la misma manera, y cuando llamé al tercero, se avergonzaron y empezaron a decir que no permitirían que la hermana White pagara lo que les correspondía a ellos. SE1 154.5
Dije: «El pastor Van Horn me mencionó cuánto invirtió la Asociación General para llevar la verdad a Oregón. Díganme ahora, ¿cuánto dinero Oregón le ha devuelto a la Asociación General?». Pues unos mil dólares menos de lo que la Asociación General había invertido exclusivamente para llevarles la verdad. Esto era algo que ellos no habían considerado. Se avergonzaron por esto. Desde entonces la luz del cielo no ha brillado sobre algunos de ellos. SE1 155.1
Jugar con Dios es algo grave. Supongan que Dios detuviera sus bendiciones hacia nosotros. Es verdad, Michigan puede no haber sido capaz de pagar este año algunas de sus deudas con sus pastores. ¿Qué tal si lo hubieran postergado por un año y hubieran hecho algo más para aumentar sus ingresos en sentido general? Esta es la obra que ha de hacerse, y les digo que si esperan que las bendiciones de Dios descansen sobre ustedes, deben colocar en la tesorería los recursos que cubrirán el progreso de la causa en diferentes lugares. Quienes han estado invirtiendo sus recursos con el fin de llevar la verdad a diferentes lugares en Michigan estarán ante Dios haciendo la obra que deberían haber hecho. SE1 155.2
Ustedes no quieren que este asunto se quede como está. Será la más triste experiencia en la vida de aquellos que han viajado a tantos lugares en Michigan; pero no permitan que el desagrado de Dios recaiga sobre ustedes. No creo que ustedes quieran que esto suceda. Quiero ver este asunto precisamente como estaba antes. Hay suficientes recursos en Michigan para sostener cada actividad misionera que se realizará en Michigan; pero hay algunos que sienten que la causa puede avanzar sin sus recursos, y lo invertirán en sus propios intereses. Ojalá que Dios los libre de hacer eso. Allanemos el camino del Rey. Hagamos esfuerzos inteligentes a fin de cumplir con lo que deberíamos hacer a la vista del cielo para que la aprobación y el amor de Dios descanse sobre nosotros. Tengo más que presentarles, pero ahora no diré nada más. SE1 155.3
[Más tarde]. No podía entender esa resolución cuando el pastor Corliss la leyó. Y cuando regresé a casa y el Espíritu del Señor me impresionó, comprendí que aquello era un error. Luego de leer esto que les he presentado, lo tomé de lo que había escrito. No es porque los recursos de la iglesia de Battle Creek vayan a la Asociación General que ustedes se hallan en esta condición. El problema radica en ustedes mismos. Si ustedes están de parte de Dios, él estará de parte de ustedes; y si ponen en orden la obra en las iglesias como debiera ser y las educan respecto a los asuntos financieros como deberían estar, tendrían un superávit en la tesorería el año entrante. De esa manera los recursos que son enviados de la iglesia de Battle Creek a la Asociación General se dedicarían a satisfacer las necesidades de la causa en los diferentes lugares donde la obra ha de ser fortalecida. SE1 156.1
La Palabra de Dios nos ha mostrado que el pueblo debe ser edificado para que pueda permanecer firme durante el tiempo del fin. Este asunto, y mucho más que les leeré antes de irme, pone de manifiesto que hay una obra interior que debe ser realizada en ustedes y en las iglesias; entonces las finanzas aumentarán, si no se roba a Dios. Se está robando a Dios ahora. Destaquen eso; que la consciencia sea tocada; permitan que Dios obre en sus mentes, y ustedes verán la salvación en su medio. SE1 156.2
Hay pastores que no han alimentado al rebaño de Dios. Mientras que sus salarios han sido pagados, ellos no están convertidos a Dios. Debe haber una depuración entre los ministros, porque no están convertidos. Necesitamos tener entre nosotros talentos útiles para que sean usados en nuestra Asociación. Pero si no hay espiritualidad para determinar dónde está el talento, o para adiestrarlo y disciplinarlo para la obra, ¿entonces qué? Si hay talento en otros campos no digamos: «Usaremos nuestros propios talentos aquí en Michigan, y no necesitamos que nadie trabaje en Michigan a menos que sea de Michigan”. ¿Quién les dijo que le hagan recomendaciones a Dios? ¿Quién les dijo que digan cuáles son los hombres que han de estar entre ustedes? Esto es contrario a toda la luz que el Señor me ha dado. Ustedes no tienen derecho a elegir y escoger según sus propios planes. Ciertamente, no. Pidan que Dios les envíe aquellos hombres que serán de mayor provecho; que les envíe esos mismos hombres que estarán calificados para asumir, ennoblecer y llevar las iglesias a una norma más elevada. Esto es lo que deben hacer. Cuando ustedes lo hagan, Dios obrará con ustedes. Cuando lo hagamos, él fortalecerá lo que estamos tratando de fortalecer. SE1 156.3
Si ustedes pretender establecer la manera en que Dios debe obrar, él lo hará de una forma completamente diferente. Todo hombre debe estar presto a permitir que cuando más necesite de Dios, pueda contar con Dios. Necesitamos que el Señor nos enseñe y nos dirija, necesitamos entregarnos a él como niños pequeños que aprenderemos en su escuela. Aquellos caracteres rígidos, las voluntades de hierro, ¡deben ser quebrantadas antes de que Jesucristo pueda derramar su Espíritu en sus corazones! SE1 157.1
Lo que necesitamos es vaciarnos del yo. Necesitamos que Jesucristo obre en, por nosotros y a través de nosotros, y entonces veremos la salvación de Dios. Alguien podría decir: «Tomaré solo los hombres que están en Michigan”. ¿Es esa la forma de Dios obrar? No, en lo absoluto. Digan: «Señor, tú conoces los hombres que más nos ayudarán; dánoslos, y los aceptaremos y los sostendremos”. Así es como se hace, y Dios lo ayudará a hacerlo. SE1 157.2