Nos encontramos a las puertas de la eternidad. Algunos podrían decir: «¿Cómo sabe usted eso hermana White?». Lo sé tomando en cuenta los juicios de Dios que están cayendo sobre la tierra. Esos juicios se presentan para hacer que hombres y mujeres despierten. Dios tiene un propósito en todo lo que permite suceda en nuestro mundo, y espera que seamos sensibles en lo espiritual para que identifiquemos su mano en los acontecimientos poco usuales que son hoy prácticamente sucesos cotidianos. Sus juicios han comenzado ya a caer sobre los habitantes de la tierra. Él puede trastocar los edificios más elevados que supuestamente son a prueba de fuego, y en dos o tres horas se convertirán en nada, consumidos por completo. SE2 270.5
Tenemos ante nosotros una gran tarea: cumplir el cometido de dar el último mensaje de advertencia a un mundo pecador. Pero, ¿qué hemos hecho en el mundo? Observen, les suplico, los muchos, innumerables lugares que jamás han sido penetrados. Piensen en el Sur con sus millones y millones de almas. ¿Quiénes están interesados en la salvación de ellos? Observen los grandes edificios que se han apiñado en unos pocos lugares. Sean ustedes testigos de lo que se ve en Battle Creek y en otros pocos centros de nuestra obra. Piensen en todo el tiempo, el esfuerzo, los recursos que se han empleado en hacer una gran ostentación en unos pocos lugares. Observen a nuestros hermanos y hermanas trillando una y otra vez el mismo terreno, mientras alrededor de ellos hay un mundo descuidado, que yace en maldad y corrupción: ¡un mundo que no ha sido advertido! A mi entender ese es un lamentable cuadro. ¡Qué inexcusable indiferencia manifestamos ante las necesidades de un mundo que perece! SE2 271.1