W. W. Prescott fue un dirigente de la obra educativa temprana de los adventistas del séptimo día. Fue presidente del Colegio de Battle Creek (Battle Creek, Michigan) desde 1885 hasta 1894. Durante esos años el mensaje de la justificación por la fe fue destacado en la sesión de la Asociación General en Minneapolis en 1888. He aquí un panorama biográfico de Prescott con respecto al efecto de ese mensaje. EPE 9.1
La influencia de la sesión de Minneapolis de 1888 llegó hasta el colegio. Elena de White trabajó diligentemente para que el mensaje que el Señor había dado en Minneapolis se escuchara en Battle Creek. Unas seis semanas después de la sesión, se planeó una semana de oración para la iglesia en Battle Creek, para diciembre 15 al 22, y terminó durando un mes. Elena de White describió que en estos “servicios de reavivamiento… el tema principal giró acerca de la justificación por la fe (Review and Herald, 12 de feb. de 1889, Bio 3:420). EPE 9.2
El jueves 20 de diciembre, Elena de White escribió en su diario: “Hablé a los estudiantes del colegio. El Señor me dio palabras que parecieron alcanzar los corazones. El profesor Prescott se puso de pie e intentó hablar, pero su corazón estaba demasiado lleno. Allí quedó de pie durante cinco minutos, completamente en silencio, llorando. Cuando pudo hablar, dijo: ‘Estoy contento de ser cristiano’. Hizo declaraciones muy al punto. Su corazón pareció quebrantado por el Espíritu del Señor…” (Ms 25, 1888, en Bio 3:421). La respuesta de Prescott a la influencia del Espíritu es reconfortante. EPE 9.3
Hablando algo más acerca de la luz bíblica que el Señor había dado por medio de los hermanos Jones y Waggoner, Elena de White escribió el 10 de marzo de 1890: “Estoy muy contenta de saber que el profesor Prescott está dando a los alumnos en su clase las mismas lecciones que ha estado dando el hermano Waggoner. Está presentando los pactos”. (Carta 30, 1890, en Materiales de Elena G. de White sobre 1888, p. 623). EPE 9.4
Más tarde ese año, Elena de White describió la “maravillosa” reunión sabática del 27 de diciembre. “Casi toda la congregación se presentó para las oraciones, y entre ellos, los hermanos Prescott y Smith. Se leyó la edición Extra de la Review and Herald [23 de diciembre de 1890] y el testimonio de todos era que el poder de Dios acompañó la lectura del artículo. Dijeron que eso hizo una profunda impresión… El profesor Prescott hizo una confesión que databa de Minneapolis, y esto hizo una impresión profunda. Él lloró mucho. El pastor Smith dijo lo que el testimonio significaba para él; dijo que sentía como que se hubiera dirigido a él, pero se detuvo y no siguió adelante. Pero ambos se identificaron arrepentidos, buscando al Señor. Bien, dijeron que nunca habían tenido una reunión tal en Battle Creek, y sin embargo la obra debe seguir llevándose adelante, porque recién comenzaba… (Ct 32, 1891, en Materiales sobre 1888, pp. 850, 851). EPE 9.5
El mensaje siguió haciendo su obra en contra de una firme oposición. Finalmente se permitió que tanto A. T. Jones como E. J. Waggoner dieran clases en el Colegio de Battle Creek. Prescott, al gradualmente ver más y más luz en el mensaje Cristo céntrico, se esforzó mucho como pacificador, y constructor de consenso entre los grupos opuestos. Después que Elena de White fue exiliada a Australia en 1891, sus escritos sobre el mensaje mantuvieron la apelación del Espíritu ante la iglesia. En la Review and Herald del 22 de noviembre de 1892, ella escribió: “El tiempo de prueba está justo delante de nosotros, porque el fuerte clamor del tercer ángel ya comenzó en la revelación de la justicia de Cristo, el Redentor que perdona los pecados. Este es el comienzo de la luz del ángel cuya gloria llenará toda la tierra. Porque es la obra de cada uno a quien ha llegado el mensaje de advertencia, elevar a Jesús, presentarlo al mundo como fue revelado en los tipos, anticipado en los símbolos, manifestado en las revelaciones de los profetas, en las lecciones dadas a los discípulos y en los maravillosos milagros realizados en favor de los hijos de los hombres” (Materiales sobre 1888, p. 1.073). EPE 10.1
El efecto de este artículo sobre el colegio, junto con otros testimonios oportunos de Elena de White, condujeron a un vigoroso reavivamiento. El resto del período escolar fue interrumpido por largas asambleas, reuniones de oración y confesión, y períodos de testimonios. Prescott, al leer una carta de Elena de White a los estudiantes, fue movido a las lágrimas, y confesó otra vez su anterior resistencia al mensaje. Lamentablemente, Uriah Smith consideró los eventos como “excitación”. De este modo, nunca se experimentó el consenso espiritual que la iglesia necesitaba grandemente. (Tomado de Lest We Forget [Para que no olvidemos], t. 10, No. 1, pp. 3, 4). EPE 10.2
Gilbert M. Valentine, en su biografía de Prescott The Shaping of Adventism [La formación del adventismo], notó que después de Minneapolis, Prescott en sus propias palabras vino a considerar las doctrinas de la iglesia como “simplemente el evangelio de Cristo adecuadamente comprendido” que “surgen de una creencia en Jesucristo como un Salvador viviente y personal”. Esto lo llevó a cambiar su método de enseñar las creencias de la iglesia. En lugar de esforzarse en “probar las doctrinas”, él “comenzó de la manera más sencilla presentando a Cristo”. En la reunión campestre de Armadale (un suburbio de Melbourne), varios norteamericanos dieron discursos, “pero fue Prescott quien dominó las reuniones… De acuerdo con los presentes, el contenido de sus sermones centrado en Cristo, atraía a las multitudes en número siempre creciente”. Valentine notó que “Australia en la década de 1890 todavía no había sido tocada mayormente por el mensaje del evangelio de 1888. El mensaje de Prescott sacudió no solo las mentes sino los corazones de la gente”. EPE 11.1
Valentine registró las impresiones de W. C. White y de A. G. Daniells, el presidente de la Asociación de Australia. White informó que “el tema [de Prescott] del principio al fin siempre es Cristo”. Daniells observó: “Predicar a Jesús como lo hizo el profesor Prescott, parece haber desarmado completamente los prejuicios de la gente”, “revolucionando completamente” la imagen pública de los adventistas. EPE 11.2
Uno de los sermones que presentó Prescott, “La ley en Cristo” fue publicado en The Bible Echo (El eco bíblico), el periódico misionero australiano de los adventistas del séptimo día. Valentine notó lo que sucedió cuando el manuscrito fue enviado a los Estados Unidos. EPE 11.3
Durante octubre de 1895, Prescott envió el manuscrito a la Casa Publicadora de Battle Creek, esperando que recibiera una circulación más amplia. Una presentación cristocéntrica de la “ley” y “la justificación por la fe”, el manuscrito se basaba en la nueva comprensión de Prescott de la “ley en Gálatas”. Dos meses más tarde, la comisión de Battle Creek informó a Prescott que ellos no publicarían el panfleto. Contenía “errores fundamentales”, dijeron… La Sra. White no quedó nada contenta. Absolutamente indignada con la comisión de libros, declaró claramente que ella no tenía confianza en ellos… Declaró que no correspondía a los hombres de la comisión “condenar o controlar” la producción de aquellos a quienes Dios estaba usando como “portadores de luz para el mundo”. (Tomado de The Shaping of Adventism, pp. 87-91; los comentarios de Elena de White pueden encontrarse en su carta a O. A. Olsen, del 22 de mayo de 1896 [Materiales sobre 1888, p. 1.520 y ss], y su carta a la comisión de libros, del 26 de oct. de 1896.] EPE 11.4
Ron Duffield, en uno de los primeros borradores de su manuscrito publicado más tarde como El retorno de la lluvia tardía, registró el evento de Armadale con las siguientes palabras. EPE 12.1
No mucho después de llegar a Australia, Prescott tomó parte de una reunión campestre de tres semanas de duración en Armadale. Esta reunión campestre se realizó entre el 17 de octubre y el 11 de noviembre, de 1895. Aquí Prescott tuvo la responsabilidad mayor en la predicación, y habló más de 31 veces durante la reunión. Presentó todos sus temas “como son en Cristo”, incluyendo sermones sobre el sábado, la naturaleza humana y divina de Cristo, y la justificación por la fe. También compartió algunos de los mismos pensamientos sobre Romanos 5 que había presentado en el Instituto Ministerial de 1895. Elena de White y su secretaria, Maggie Hare, estuvieron presentes en la reunión campestre y escucharon predicar a Prescott. Maggie Hare tomó los sermones en taquigrafía de modo que La Sociedad Australiana de Folletos pudiera imprimirlos en forma de panfleto para ser usados en el colportaje. Siete de esos sermones se pueden encontrar en The Bible Echo [El eco bíblico]; el resto de los sermones impresos en forma de folletos no han sido todavía publicados entre los archivos de la Asociación General. EPE 12.2
Se observa la importancia de los sermones de Prescott en la reunión campestre cuando se los lee a la luz de las reacciones de Elena de White a ellos. Varias de sus cartas escritas acerca de esta reunión campestre nunca fueron publicadas por el Centro White… EPE 12.3
No menos que una docena de veces, Elena de White escribió acerca de la predicación de W. W. Prescott durante ese tiempo, en términos que describían la gran efusión del Espíritu Santo sobre él. ¿Qué debemos aprender hoy de estos eventos que ocurrieron tanto tiempo atrás? ¿Estaba Dios, al demostrarlo en Australia, mostrando a la iglesia lo que él quería que se realizara en Battle Creek, pero no pudo hacerlo por causa de un rechazo continuo? ¿No está Dios mostrándonos hoy lo que él quiere hacer con cada y todo creyente cuando el Espíritu Santo sea bienvenido como un Huésped amado? EPE 12.4
El trabajo de Prescott continuó cuando fue de Armadale a Tasmania para ayudar en otra reunión campestre. La evaluación de Elena de White de la reunión campestre en Tasmania fue la misma: “La manifestación del Espíritu Santo se vio en los discursos que dio, en las lecciones bíblicas, en la educación de los obreros, y con los creyentes. Ellos nunca tuvieron tal privilegio de escuchar las riquezas de la verdad presentada en líneas claras y nítidas” (Carta 127, 11 de dic. de 1895, a Edson). EPE 12.5
Después de la reunión campestre, Elena de White y su hijo, W. C. White, tuvieron una “larga conversación” con un par de otros evangelistas que estaban haciendo planes de tener un “seguimiento prolongado y esperaban obtener gran interés al presentar las profecías”. Junto con la ayuda de W. W. Prescott, Elena de White y W. C. White trataron de mostrarles que “en estos tiempos se necesitan otras líneas de trabajo” (W. C. White a A. G. Daniells, 13 de dic. de 1895). EPE 13.1
W. C. White escribió varias cartas a O. A. Olsen, pidiéndole que Prescott se quedara y ayudara en Australia. Al comenzar a hacer planes para la “campaña” de la reunión campestre para 1896, W. C. White, y la Junta Directiva de la Asociación de Australia solicitaron a la Asociación General que permitiera que Prescott dirigiera estas reuniones campestres. White sugirió que “su presencia aseguraría el éxito”. Si Prescott no pudiera quedarse, entonces su “primera elección sería el Hno. A. T. Jones” (W. C. White a O. A. Olsen, 24 de ene. de 1896). La junta hasta llegó a decir que, si los servicios de Prescott y de Jones no se pudieran obtener, sería “mejor posponer esta extensa campaña por un año” hasta que se pudiera obtener “ayuda apropiada” (A. G. Daniells a W. W. Prescott, 3 de marzo de 1896). Ambos pedidos fueron negados, y ni Prescott ni Jones tomarían parte en reuniones campestres futuras allí. EPE 13.2
Debería ser obvio en este breve repaso del año 1895, que Dios no había terminado sus esfuerzos para mostrar a la iglesia su deseo de derramar la lluvia tardía. Lo que no pudo hacerse en Battle Creek por causa de la incredulidad, fue demostrado en Australia. Pero una iglesia no puede avanzar más rápidamente que sus líderes, y siendo que Battle Creek era el corazón de la obra, que influía sobre toda la denominación, Dios en su misericordia se mantuvo al paso de ellos. (De Una mirada histórica del Fuerte Clamor y la Lluvia Tardía; manuscrito no publicado de Ron Duffield, pp. 161, 162, 166, 167; consultados en 1998). EPE 13.3
[Nota del Traductor: En el texto del libro, aparecen diversas citas bíblicas para las que el autor no dio las referencias. Estas fueron añadidas por el traductor, poniéndolas entre paréntesis rectos, para facilitar el estudio del material.]