El día después de haber hecho la decisión de comprar nuestra primera carpa de 18 m (60 pies), el 23 de mayo de 1854, el pastor White y su esposa, que estaban entonces en Jackson, Michigan, habían de comenzar su viaje a Wisconsin, donde habían de trabajar por un tiempo. Pasamos la tarde en la casa de D. R. Palmer, a una corta distancia de la estación. Varias veces en la tarde el pastor White habló diciendo: “Me siento incómodo respecto de emprender este viaje; pero, Elena, tenemos un compromiso, y debemos ir. Si no tuviera un compromiso, no iría esta noche”. GMA 273.2
Al llegar la noche, cerca de la hora de la llegada del tren, tuvimos una sesión de oración. Todos parecían dirigir su oración a la seguridad del pastor White y su esposa en este viaje. Al levantarnos, el pastor White expresó su fe de que el Señor tendría cuidado de ellos y los guardaría. GMA 273.3
A las ocho de la noche, fui con ellos al tren, para ayudarlos a conseguir asientos y ajustar su equipaje. Fuimos a un coche con asientos de respaldo alto, llamado en esos días “coche dormitorio”. La Sra. White dijo: “Jaime, no puedo quedar en este coche, tengo que salir de aquí”. La ayudé a conseguir un asiento en el centro del siguiente coche. La Sra. White se sentó con sus paquetes en la falda, pero dijo: “No me siento cómoda en este tren”. Sonó la campana, y dándoles un rápido “Adiós”, pronto los dejé para ir a la casa de Cyrenius Smith y pasar allí la noche. GMA 273.4
A eso de las diez todos nos sorprendimos de escuchar al pastor White, a quien suponíamos en camino a Chicago, golpeando la puerta y pidiendo entrar. Dijo que el tren se había descarrilado a cinco kilómetros (tres millas) al oeste de Jackson; que la mayor parte del tren, con la locomotora, era una ruina total; que aunque varios habían muerto, él y la Sra. White habían escapado sin heridas. Pronto consiguió un caballo y un carruaje, y en compañía de Abram Dodge, fueron a recoger a la Sra. White, a quien el pastor [White] había llevado a cierta distancia en los brazos, por un sector de campo húmedo y pantanoso, a través de una pequeña corriente de agua, a un lugar seguro, lejos de la escena del desastre. GMA 273.5
Temprano a la mañana siguiente, fui con el Sr. Dodge para ver el desastre. En un lugar donde el camino cruza las vías en forma oblicua, un buey se había acostado para descansar directamente sobre las vías. La locomotora no tenía un rastrillo o defensa en la parte delantera, así que al chocar con el animal fue arrojada de las vías hacia la izquierda. Al primer golpe de la locomotora contra el suelo, el furgón del equipaje, que contenía el baúl del pastor White, lleno de libros, saltó completamente de las vías y no sufrió daños; al mismo tiempo el coche de pasajeros en la parte posterior del tren se desacopló del resto del tren sin ayuda humana, y se detuvo tranquilamente sobre las vías. La máquina y el ténder [que llevaba el carbón y el agua] corrieron por la tierra fuera de las vías unos treinta o cuarenta metros (unos 100 o 130 pies), cuando la locomotora chocó con un tocón de roble de unos noventa cm de diámetro (tres pies). La fuerza del tren fue tal que la locomotora quedó invertida, y la parte de atrás del ténder saltó por sobre las vías al otro lado. El cuerpo principal del tren, yendo a plena fuerza, chocó contra la locomotora y el ténder, produciendo un segundo choque. El primer coche que golpeó la locomotora era un coche expreso, que se destrozó quedando solo astillas. Su contenido era una masa de escombros apilados sobre y alrededor del ténder. El segundo era un coche de segunda clase, que tenía dieciocho pasajeros, de los cuales uno murió y todo el resto tuvo heridas mayores y menores. Este coche fue partido en dos por el coche dormitorio que lo atravesó. La parte delantera del coche dormitorio estaba rota en pedazos, y el asiento en el que la Sra. White no se sentía cómoda estaba completamente aplastado. GMA 274.1