A principios de la primavera de 1858 la Sra. White había estado grandemente afligida por varios días, y confinada en cama en una condición casi desvalida. Una noche, cerca de la medianoche, ella se desmayó; la familia intentó con todos los medios en su conocimiento que recobrara la conciencia, pero fracasó en sus esfuerzos. Ella permaneció en esa condición por más de media hora, cuando el pastor Andrews y yo fuimos llamados apresuradamente por el pastor White para unirnos en una sesión de oración. En respuesta a los fervientes pedidos ofrecidos junto a su cama, el Señor misericordiosamente restableció su conciencia, y la restauró a su salud usual. Mientras ofrecíamos alabanzas a Dios ella fue tomada en visión, todavía acostada en la cama. Algunas de las cosas que se le mostraron en esta visión pueden leerse en “Testimonios para la iglesia”, N.º 5 [tomo 1, pp. 171-192]. GMA 278.6