Llamamos su atención a una manifestación física peculiar conectada con esta visión. El pastor White y yo mismo estábamos sentados de un lado de la cama, y el pastor Andrews del otro lado. Sus manos estaban alternadamente entrelazadas sobre su pecho, o se movían en la forma libre y llena de gracia como era usual, según las diferentes escenas que estaba viendo. La porción superior de su cuerpo estaba levantada de la cama, de modo que había un espacio de diez o doce centímetros [ocho o nueve pulgadas] entre sus hombros y la almohada. En otras palabras, el cuerpo desde la cadera hacia arriba estaba flexionado en un ángulo de unos treinta grados. Y en esa posición permaneció todo el tiempo que duró la visión, que fue de unos treinta minutos. Ninguno de nosotros puede asumir esa posición en forma natural, sin apoyo de brazos o manos, mucho menos sostenerse así durante tanto tiempo. Aquí otra vez hay una prueba de que un poder sobre el cual ella no tenía ningún control estaba relacionado con la visión. GMA 279.1