El testimonio afirmaba claramente que el Sr. Harvey sería llevado a una condición muy débil de salud, y que Satanás procuraría arrastrarlo a la desesperación, y trataría que pensara que no había misericordia para él, y no había esperanza en su caso; pero ella vio que él había hecho todo lo posible para rectificar los errores en su vida pasada, y que Dios lo había perdonado; y que se le había mostrado que cuando él se veía tentado a destruirse, los ángeles de Dios estaban a su alrededor, y señalándole la esperanza en Dios y el cielo. Había muchas palabras similares de consuelo y ánimo en el testimonio. GMA 319.4
Con este documento en mi posesión, fuimos a la mañana siguiente a North Liberty. Por el camino, el Sr. Stiles me dijo que el Sr. Harvey quería verme, pero que yo no tendría ninguna palabra de esperanza para él; que cuando lo encontrara, estaría de acuerdo con él de que su caso no tenía esperanza, que era un hombre perdido; y entonces, como Elí de antaño, cuando se le dijera que el arca de Dios había sido tomada, él caería hacia atrás y moriría. GMA 319.5
Llegamos a la casa del Sr. Harvey como a las 3 de la tarde. Cuando lo saludé, le dije: “Hermano Harvey, ¿cómo está usted?” En un tono muy lastimero contestó: “¡Perdido! ¡¡Perdido!! ¡¡¡PERDIDO!!!” “No, usted no está perdido. ¡Hay esperanza para su caso!” le dije. Cuando vio que yo le había contestado así, él dijo, en un tono modulado, “Por tres semanas he creído que no había esperanza para mí, y que estaba perdido; y hoy, cuando venía al pueblo desde mi granja, al pasar sobre el puente sobre el estanque del molino, algo pareció decirme: ‘¡Estás perdido! No hay esperanza para ti. Salta al estanque y ahógate!’ Pensé que hacer eso traería vergüenza a la causa de Cristo, así fui refrenado de destruirme a mí mismo”. GMA 320.1