Así como este conocimiento estuvo “sellado” hasta el tiempo señalado por Dios para su apertura a la comprensión del pueblo, así igualmente, llegado el “tiempo del fin”, muchos “correrán de aquí para allá” a través de las Escrituras, investigando estas cosas. Al comparar unas pocas traducciones del texto, esta idea será muy clara. GMA 65.1
El Dr. Adam Clarke dice: “Muchos procurarán escudriñar el sentido; y el conocimiento será aumentado por este medio”. GMA 65.2
En la Biblia alemana de Lutero, revisada, leemos: “Así muchos pasarán sobre ella, y encontrarán gran entendimiento”. GMA 65.3
La Biblia Alemana Paralela dice: “Muchos correrán en ella y así el conocimiento será aumentado”. GMA 65.4
La Biblia alemana de L. Van Ess, aceptada también por el papa para los lectores católicos, la traduce: “Muchos la examinarán, y el conocimiento será grande”. GMA 65.5
La Biblia sueca dice: “Muchos la escudriñarán, y el conocimiento llegará a ser grande”. GMA 65.6
La Danesa-Noruega, revisada, dice: “Muchos la escudriñarán fervientemente, y el conocimiento llegará a ser mucho”. GMA 65.7
Leemos en el Midnight Cry del 15 de junio de 1842, de esta búsqueda y obtención de conocimiento de lo que antes de 1798 estaba sellado: “¿No es una maravillosa coincidencia que tantos escritores, sin ningún conocimiento mutuo, llegaron a la misma conclusión más o menos al mismo tiempo?” GMA 65.8
Aquí presentamos una lista de veinte diferentes personas que descubrieron la verdad respecto del fin de los dos mil trecientos días, no por comunicación entre ellos, sino como resultado de una diligente investigación de las Escrituras, dirigidos por la influencia del Espíritu de Dios. A la cabeza de esta lista ponemos a William Miller, del Estado de Nueva York; luego sigue A. J. Krupp, de Filadelfia, Pa.; David McGregor, de Falmouth, Maine; Edward Irving, de Inglaterra; Archibald Mason, de Escocia; W. E. Davis, de Carolina del Sur; Joseph Wolff, quien trabajó en diversas partes de Asia; Alexander Campbell, en su debate con Robert Dale Owen, en 1829; el Capitán A. Landers, de Liverpool, Inglaterra; Leonard Heinrich Kelber, de Stuttgart, Alemania; Lacunza, de España; Hentzepeter, de La Haya, Holanda; el Dr. Capadose, de Ámsterdam, Holanda; Rau, de Bavaria; sacerdotes de Tartaria, en 1821; estudiantes de la Biblia en Yemen, en su libro titulado “Seera”; Hengstenberg, en otra parte de Alemania; rusos sobre el Mar Caspio; molocanos de las orillas del Mar Báltico, etc. GMA 65.9
Lo siguiente mostrará cómo este tema se fue abriendo paulatinamente a los estudiantes de la profecía, y sin conocerse unos a otros: GMA 66.1
En el Midnight Cry del 15 de junio de 1842, aparecen estas palabras: GMA 66.2
“Acabo de recibir un libro, con el siguiente título: ‘Dos ensayos sobre los números proféticos de los 2.300 días, y el deber cristiano de averiguar acerca de la liberación de la iglesia’, por Archibald Mason, ministro del evangelio, Wishawtown, Escocia, Newberg. Impreso desde la edición de Glasgow, por Ward M. Gazeley, 1820. En este libro Mason dice: ‘Últimamente vi un pequeño panfleto, que fue publicado primero en Norteamérica, por el Rev. William E. Davis, de Carolina del Sur, y republicado en 1818 en Warkington, en el sur de Inglaterra. Este autor afirma que los 2.300 días comenzaron con las setenta semanas (cap. 9:24). Estoy impulsado a concordar con su opinión’”. GMA 66.3