En Orebro Laen (condado) esta obra se esparció hasta que personas mayores fueron movidas a proclamar el mensaje. Entonces las autoridades civiles, instigados por los sacerdotes de la “iglesia establecida”, arrestaron a dos jovencitos, Walbom, de 18 años de edad, y Ole Boquist, de quince años, diciendo que harían con ellos un ejemplo público. Azotaron sus espaldas desnudas con varas de abedul, y así sangrantes los pusieron en la prisión de Orebro. Cuando sanaron sus heridas, los sacaron de la prisión, exigiéndoles: “¿Dejarán de predicar esta doctrina?” Aunque los azotaron con varas por segunda vez, reabriendo sus heridas, toda la respuesta que obtuvieron fue: “Predicaremos la predicación que Dios nos pide”. Gracias a la intercesión de una parroquiana prominente en Orebro, el rey Oscar I les dijo a las autoridades que dejaran salir a esos muchachos de la cárcel, y que dejaran de molestar a la gente. Así se obtuvo la victoria de la verdad en Suecia. GMA 109.3