Estos fueron “consiervos”, que proclaman armoniosamente el mismo mensaje; pero ahora una parte de ellos abandona lo que se le había enseñado, y “golpean” a sus consiervos que están dando “el alimento a tiempo” e indicando la preparación necesaria para encontrarse pronto con el Señor. Ellos “golpean” de la misma manera en que se propusieron golpear a Jeremías. El pueblo dijo: “Venid, hirámoslo de lengua, y no atendamos a ninguna de sus palabras”.4Jeremías 18:18. En este sentido, estos siervos comenzaron a enseñar de una manera que estorbaba la obra de los siervos “fieles”. Esta misma clase de siervos recibe el mensaje: “Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti”.5Apocalipsis 3:3. GMA 117.1
La parábola de las vírgenes se aplica al tiempo cuando los “consiervos” abandonan el mensaje de la próxima venida del Señor, y “comienzan a golpear”. También comienzan a hacer algo más: “comer y beber con los borrachos”. Se unen en banqueteo con los que desean gratificar sus apetitos. Salomón dijo de ellos: “No estés con los bebedores de vino, ni con los comedores de carne; porque el bebedor y el comilón empobrecerán”.6Proverbios 23:20, 21. GMA 117.2