Cuando vino el último día de marzo y pasó, y el Señor no vino, los que habían trabajado previamente con los mensajeros del Señor, pero que no habían consagrado su vida de todo corazón al mensaje, se tornaron contra él, comenzaron a oponerse a la obra y a hacer todo lo que podían para limitar el camino de los que todavía seguían enseñando la doctrina de la pronta venida del Señor y el mensaje de la hora del juicio. “En sus corazones” dijeron: “Mi Señor tarda en venir”. Con sus labios ellos ahora enseñaban que todo el mundo debía convertirse antes que el Señor pudiera venir; que los judíos debían regresar a Palestina, y establecer el servicio del templo en Jerusalén, antes que el Mesías viniera. Algunos hasta enseñaron que la venida de Cristo era una “venida espiritual”, que ocurría en la conversión, y también a la muerte de las personas. GMA 118.1