Mientras estos atacaban a sus consiervos, aquellos que todavía se aferraban a la fe convocaban a los creyentes en salones y arboledas, dándoles alimento “a tiempo”: mostrándoles que las señales de los tiempos y las profecías cumplidas declaraban, al igual que antes del chasco, que la venida de Cristo está “cercana, a las puertas”. GMA 118.2