En el número del Cry del 3 de octubre de 1844, había un artículo escrito por George Storrs, bajo el título: “Salid a recibirle”, en el cual decía: GMA 127.1
“Tomo mi pluma con sentimientos tales como nunca antes había experimentado. Más allá de toda duda, en mi mente, el día décimo del mes séptimo, presenciaremos la revelación de nuestro Señor Jesucristo en las nubes del cielo. Estamos a pocos días de ese evento, momento solemne para los que no están preparados, pero glorioso para los que están listos. GMA 127.2
“‘He aquí el esposo viene’ este año, ‘salid a recibirle’. Hemos terminado con las iglesias nominales y todos los impíos, excepto hasta donde este clamor los afectó. Nuestra obra es ahora despertar a las ‘vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron para encontrarse con el esposo’. ¿Dónde estamos ahora? Si la visión ‘tardare, espérala’. ¿No fue esa nuestra respuesta desde marzo o abril último? ¿Qué sucedió mientras el esposo se tardó? Las vírgenes todas cabecearon y se durmieron, ¿verdad? Las palabras de Cristo no fallaron; y “la Escritura no puede ser quebrantada’. No tiene ningún valor para nosotros pretender que hemos estado despiertos; hemos estado cabeceando, no sobre el hecho de la venida de Cristo, sino sobre el tiempo. Entramos en el tiempo de demora; no sabíamos ‘cuánto tiempo’ demoraría, y sobre ese punto cabeceamos. Algunos de nosotros dijimos en nuestro sueño: ‘¡No fijemos otro día!’ así fue que nos dormimos. Ahora el problema es despertarnos. Señor, ayúdanos, porque vana es la ayuda del hombre. Habla tú mismo, Señor. ¡O que el ‘Padre haga conocer’ ahora el tiempo! GMA 127.3