El establecimiento de iglesias y sanatorios es tan sólo una manifestación adicional del amor de Dios, y en esta obra debiera participar todo el pueblo de Dios. Cristo formó su iglesia aquí abajo con el propósito expreso de manifestar la gracia de Dios por medio de sus miembros. Su pueblo debe levantar monumentos conmemorativos de su sábado en todo el mundo, que es la señal entre él y ellos, de que es él quien los santifica. De este modo deben demostrar que han vuelto a su lealtad y que permanecen firmes en favor de los principios de su ley. CSI 220.1