El Señor permitió que el fuego consumiera el edificio principal de la Review and Herald y del sanatorio, y de ese modo eliminó la mayor objeción que existía contra la necesidad de salir de Battle Creek. Era su propósito que en lugar de reconstruir el gran sanatorio, nuestro pueblo edificara plantas en diversos lugares. Estos sanatorios más pequeños debieran haberse establecido en los lugares donde se hubiera podido adquirir tierra de cultivo. Es el plan de Dios que la agricultura se relacione con la obra de nuestros sanatorios y colegios. Nuestra juventud necesita la educación que se obtiene en este ramo de trabajo. Es conveniente, y más que conveniente es indispensable que se realicen esfuerzos para llevar a cabo el plan de Dios en este sentido.—Testimonies for the Church 8:227-228 (1903). CSI 220.2