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Triste despilfarro del dinero CSI 83

Una enorme suma de dinero se derrocha anualmente en la complacencia de este vicio, mientras las almas perecen necesitadas de la Palabra de vida. ¿Cómo pueden los cristianos que entienden bien este problema, continuar robándole a Dios los diezmos y ofrendas que se usan para el sostén del Evangelio, mientras ofrecen sobre el altar del placer destructivo del tabaco, más de lo que dan para socorrer a los pobres, o suplir las necesidades de la causa de Dios? Si estas personas fueran verdaderamente santificadas, ganarían la victoria sobre cada inclinación perjudicial. Entonces todos estos gastos innecesarios se canalizarían hacia la tesorería del Señor, y los cristianos tomarían la delantera en el campo de la abnegación, el sacrificio propio y la temperancia. Entonces llegarían a ser la luz del mundo... CSI 83.2