Es necesario despertar al pueblo acerca de los peligros del tiempo actual. Los centinelas están durmiendo. Sufrimos años de atraso. Sientan los principales centinelas la urgente necesidad de prestar atención a sus propios casos, no sea que pierdan las oportunidades que tienen de ver los peligros. 2JT 322.1
Si los dirigentes de nuestras asociaciones no aceptan ahora el mensaje que Dios les envía, ni entran en acción, las iglesias sufrirán una gran pérdida. Si, al ver venir la espada, el atalaya toca la trompeta con sonido certero, las filas del pueblo harán repercutir la advertencia, y todos tendrán oportunidad de prepararse para el conflicto. Pero, con demasiada frecuencia, el caudillo ha estado vacilando y pareciendo decir: “No nos apresuremos demasiado. Puede haber un error. Debemos tener cuidado de no provocar una falsa alarma.” La misma vacilación e incertidumbre de su parte clama: “‘Paz y seguridad.’ 1 Tesalonicenses 5:3. No os excitéis. No os alarméis. Se le da a esta cuestión de la Enmienda Religiosa más importancia de la que tiene. Esta agitación se apagará.” En esta forma se niega virtualmente el mensaje enviado por Dios; y la amonestación que estaba destinada a despertar la iglesia no realiza su obra. La trompeta del atalaya no emite un toque certero, y el pueblo no se prepara para la batalla. Tenga el centinela cuidado, no sea que por su vacilación y demora, deje que las almas perezcan, y se le haga responsable de la sangre de ellas. 2JT 322.2
Durante muchos años hemos sabido que se promulgaría una ley dominical en nuestro país; y ahora que el movimiento se ha producido preguntamos: ¿Cumplirá nuestro pueblo con su deber al respecto? ¿No podemos ayudar a enarbolar el estandarte y llamar al frente a los que tienen consideración por sus derechos y privilegios religiosos? Se está acercando rápidamente el momento en que los que prefieran obedecer a Dios antes que a los hombres sentirán la mano de la opresión. ¿Deshonraremos entonces a Dios guardando silencio mientras que se pisotean sus santos mandamientos? 2JT 323.1
Mientras que por su actitud el mundo protestante hace concesiones a Roma, despertémonos y comprendamos la situación, y consideremos la verdadera orientación de la contienda que nos espera. Alcen la voz los centinelas ahora, y den el mensaje que es verdad presente para este tiempo. Mostremos a la gente dónde estamos en la historia profética, y procuremos despertar el espíritu del verdadero protestantismo, haciendo sentir al mundo el valor de los privilegios de la libertad religiosa que se han disfrutado durante tanto tiempo. 2JT 323.2
Dios nos invita a despertarnos, porque el fin se acerca. Cada hora que transcurre es hora de actividad en los atrios celestiales, para preparar en la tierra un pueblo que desempeñe un papel en las grandes escenas que están por sobrecogernos. Estos momentos que pasan, que nos parecen de tan poco valor, están cargados de intereses eternos. Están amoldando el destino de las almas para la vida eterna o la muerte eterna. Las palabras que pronunciemos hoy a oídos de la gente, las obras que hagamos, el espíritu del mensaje que proclamemos, serán un sabor de vida para vida, o de muerte para muerte. 2JT 323.3
Hermanos míos, ¿comprendéis que vuestra propia salvación, como también el destino de otras almas, depende de los preparativos que hagáis para la prueba que nos espera? ¿Tenéis el celo intenso, la piedad y devoción que os capacitarán para subsistir cuando hayáis de hacer frente a la oposición? Si alguna vez Dios habló por mí, llegará el momento cuando seréis llevados ante concilios, y se criticará severamente todo punto de la verdad que sostenéis. El tiempo que tan pródigamente se desperdicia ahora, debiera dedicarse al encargo que Dios nos ha hecho de prepararnos para la crisis inminente. 2JT 324.1