La escuela sabática proporciona a padres y niños una preciosa oportunidad para estudiar la Palabra de Dios. Pero a fin de obtener el beneficio que deberían obtener en la escuela sabática, tanto los padres como los niños deben dedicar tiempo al estudio de las lecciones, procurando obtener un conocimiento cabal de los hechos presentados, y también de la verdades espirituales que estos hechos están destinados a enseñar. Debemos inculcar especialmente en la mente de los jóvenes un concepto de cuán importante es discernir el pleno significado del pasaje que se considera. ... 2JT 558.3
Padres, designad una pequeña porción del tiempo de cada día para estudiar la lección de la escuela sabática con vuestros hijos. Renunciad a la conversación social, si ello es necesario, antes que sacrificar la hora dedicada a las preciosas lecciones de la historia sagrada. Tanto los padres como los niños se beneficiarán por su estudio. Confiad a la memoria los pasajes más importantes vinculados a la lección, no como un deber, sino como un privilegio. Aunque al principio la memoria puede ser débil, ganará vigor con el ejercicio, de modo que después de un tiempo os deleitaréis al atesorar las preciosas palabras de verdad. Y este hábito os proporcionará la ayuda más eficaz en el crecimiento religioso. ... 2JT 559.1
Estudiad sistemáticamente las Escrituras en vuestras familias. Dejad de lado cualquier cosa de naturaleza temporal; renunciad a toda costura innecesaria y a las provisiones que no sean indispensables para la mesa, pero aseguraos de que el alma sea alimentada con el pan de vida. Es imposible computar los buenos resultados de una hora o aun media hora que se dedique cada día en forma placentera y sociable a la Palabra de Dios. Haced de la Biblia su propia expositora, reuniendo todo lo que dice acerca de un tema determinado, en diferentes ocasiones y en variadas circunstancias. No anuléis vuestra clase del hogar porque haya visitas. Si llegan durante el culto, invitadlas a tomar parte en él. Dejadles ver que consideráis más importante la atención al conocimiento de la Palabra de Dios que la obtención de ganancias o placeres del mundo.*Ibid. 41-43. 2JT 559.2
El que estudia en la escuela sabática debe hacerlo en serio, debe cavar hondo y buscar con el mayor cuidado las preciosas gemas de la verdad contenidas en las lecciones semanales. No debe descuidar los privilegios ni las oportunidades que tiene ahora de hacerse entendido con respecto a las Escrituras. Dios quiere que los que profesan seguirle se equipen cabalmente con pruebas de las doctrinas de su Palabra. ¿Cuándo y dónde podrían obtenerlas mejor que en la juventud y en la escuela sabática? En ningún caso deben los padres tratar con indiferencia este asunto.*Ibid. 22. 2JT 559.3