Siento profundo interés por nuestras escuelas sabáticas en todo el país, porque creo que son instrumentos de Dios para la educación de nuestros jóvenes en las verdades de la Biblia. Los padres y los maestros deben hacer esfuerzos constantes para interesar a los jóvenes en asuntos de importancia eterna. La escuela sabática es un campo misionero, y en esta obra importante debe manifestarse mucho más espíritu misionero que en lo pasado.*Ibid. 10. 2JT 567.2