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Naturaleza abarcante de la reforma requerida CRA 535

771. ¿Cuál es la obra especial que somos llamados a realizar en nuestras instituciones de salud? En vez de dar, por precepto y ejemplo, una educación en la complacencia del apetito pervertido, edúquese a la gente a que se aparte de estas cosas. Elevad la norma de la reforma en todo respecto. El apóstol Pablo levanta su voz para decir: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. Romanos 12:1, 2. CRA 535.3

Nuestras instituciones de salud han sido establecidas para presentar los principios vivos de un régimen limpio, puro y saludable. Debe impartirse conocimiento con respecto a la abnegación y el dominio propio. Jesús, que hizo al hombre y lo redimió, ha de ser mantenido en alto ante todos los que vengan a nuestras instituciones. Línea sobre línea, precepto sobre precepto, debe impartirse conocimiento sobre el método de vida, sobre la paz y la salud, a fin de que los hombres y las mujeres vean la necesidad de la reforma. Deben ser inducidos a renunciar a las costumbres y prácticas degradantes que existieron en Sodoma y en el mundo antediluviano, y que Dios destruyó a causa de su iniquidad. Mateo 24:37-39.... CRA 536.1

Todos los que visiten nuestras instituciones de salud han de ser educados. El plan de redención debe ser presentado ante todos, encumbrados y humildes, ricos y pobres. Debe darse instrucción cuidadosamente preparada, en el sentido de que la complacencia por medio de la intemperancia que está de moda en el comer y el beber puede considerarse como la causa de la enfermedad y el sufrimiento y de las malas prácticas que siguen como resultado.—Manuscrito 1, 1888. CRA 536.2

[Cómo introducir la reforma en el régimen—426] CRA 536.3