153. El respeto manifestado al debido trato del estómago será recompensado con claridad de pensamiento y fortaleza mental. Vuestros órganos digestivos no se gastarán prematuramente para testificar contra vosotros. Hemos de manifestar que apreciamos la inteligencia que nos fue dada por Dios comiendo, estudiando y trabajando sabiamente. Nos cabe el sagrado deber de mantener el cuerpo en tal estado que tengamos un aliento agradable y limpio. Hemos de apreciar la instrucción que Dios ha dado sobre la reforma pro salud, reflejando en las palabras y en la práctica la clara luz que tenemos sobre este tema.—Carta 274, 1908. CRA 119.1