Si los jóvenes que son fuertes empeñan hasta el límite sus facultades escudriñando la Biblia, tendrán mentes provistas de valiosos conocimientos que resplandecerán como una luz sobre aquellos con quienes se asocien. La escuela sabática debería ser un lugar donde aquellos que han progresado en los conocimientos divinos puedan inculcar ideas nuevas respecto a la fe del pueblo de Dios. COES 70.1
Cuando todos los que profesan ser cristianos lo sean de hecho y en verdad, la escuela sabática no será más una fría rutina de culto. Los maestros entenderán entonces la lección que Cristo dió a Nicodemo, y la enseñarán, haciendo ver cuánto afecta al destino humano. Jesús dijo a aquel jefe de Israel: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios.” A menos que un hombre nazca de nuevo, no puede entender el carácter del reino de los cielos, ni discernir su naturaleza espiritual. En esas palabras, Cristo le estaba diciendo a Nicodemo: COES 70.2
“No es la sabiduría tanto como la regeneración interior lo que necesitas. No es tanto que se te satisfaga la curiosidad como tener un nuevo corazón, lo que has menester, y mientras no se verifique ese cambio, mientras no sean hechas nuevas todas las cosas, no será de ningún beneficio salvador para ti que yo discuta contigo el asunto de mi autoridad, mi obra, ni mi misión como quien lleva credenciales del cielo.” COES 70.3