Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos. Proverbios 23:26. AFC 59.4
Queridos jóvenes, lo mejor que podéis hacer es alistaros voluntaria y decididamente en el ejército del Señor. Entregaos en las manos de Dios, que vuestra voluntad y vuestros caminos sean guiados por Aquel que es infalible en sabiduría e infinito en bondad. No entregaros a Dios, es robar a Dios lo que le pertenece. El Señor tiene necesidad de vosotros y vosotros necesitáis del Señor. No es seguro que pospongáis el paso decisivo, o demoréis el hacer una entrega completa de vosotros mismos a Dios. Si no os habéis entregado ya a Dios, os ruego que lo hagáis ahora. Sea inscrito vuestro nombre en los registros celestiales entre los escogidos y elegidos de Dios... AFC 59.5
Del inestimable don de Cristo provienen todas nuestras bendiciones. La vida, la salud, los amigos, la razón, la felicidad, nos pertenecen por los méritos de Cristo. Ojalá jóvenes y adultos comprendieran que todo lo reciben por virtud de la vida y muerte de Cristo, y reconocieran que son la propiedad de Dios... AFC 60.1
Aun cuando estábamos bajo el dominio de un amo cruel, aun cuando el príncipe de las tinieblas gobernaba nuestro espíritu, el Señor Jesucristo pagó por nosotros el precio del rescate con su propia sangre. Habéis sido comprados por precio, la preciosa sangre de Cristo; sois su propiedad, por lo tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu que son de Dios... AFC 60.2
Si no fuera por el amor de Cristo que nos es dado voluntariamente, ahora estaríamos en una desesperación impotente, en la medianoche espiritual. Agradeced a Dios cada día porque nos dio a Jesús. ¿No aceptaréis su don? ¿No seréis sus testigos? El tiempo es corto; y os toca trabajar mientras dura el día, viviendo una vida imperecedera, ocultando vuestra vida con Cristo en Dios. De ahí que “cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria”. Colosenses 3:4.—The Youth’s Instructor, 26 de abril de 1894. AFC 60.3