Los que amáis a Jehová, aborreced el mal; él guarda las almas de sus santos; de mano de los impíos los libra. Salmos 97:10. ELC 353.1
El Señor está próximo a venir. La maldad y la rebelión, la violencia y el crimen llenan el mundo. Los clamores de los sufrientes y de los oprimidos se elevan a él por justicia. En lugar de ser enternecidos por la paciencia y la tolerancia de Dios, los impíos se están tornando más obstinados en la rebelión. El tiempo en que vivimos está signado por la depravación. Las restricciones religiosas son desechadas y los hombres rechazan la ley de Dios como indigna de su atención. Esta santa ley es objeto de un menosprecio más que común. ELC 353.2
Dios nos ha concedido bondadosamente una pausa. Todo poder que el cielo nos ha prestado ha de ser empleado en hacer la obra que nos ha asignado el Señor por aquellos que perecen en la ignorancia. El mensaje de amonestación ha de ser proclamado en todas partes del mundo. No debe haber demora. La verdad debe ser anunciada en los lugares oscuros de la tierra. Se ha de enfrentar y superar los obstáculos. Se ha de hacer una gran obra, y esta obra se confía a los que conocen la verdad para este tiempo. ELC 353.3
Ahora es el momento de mantenernos asidos del brazo de nuestra fortaleza. La oración de David debiera ser la oración de los pastores y laicos: “Tiempo es de actuar, oh Jehová, porque han invalidado tu ley”. Salmos 119:126. Lloren los siervos de Dios entre la entrada y el altar, clamando: “Perdona, oh Jehová, a tu pueblo, y no entregues al oprobio tu heredad”. Joel 2:17. ELC 353.4
Dios siempre ha obrado en favor de su verdad. Los planes de los malvados, los enemigos de la iglesia, están sujetos a su poder y a su predominante providencia ... La oración mueve el brazo de la Omnipotencia. El que dirige las estrellas en orden por los cielos, cuya palabra domina las ondas del gran océano, es el mismo Creador infinito que obrará en favor de su pueblo si lo busca con fe*12—E. L. C..—The Southern Watchman, 7 de enero de 1908. ELC 353.5