La ley de su Dios está en su corazón; por tanto, sus pies no resbalarán. Salmos 37:31. ELC 138.1
Muchos son sorprendidos al cometer pecado por haber dejado de estudiar las Escrituras. Bajaron la guardia y Satanás halló en ellos una presa fácil.—Carta 1, 1904. ELC 138.2
Maravillosas posibilidades están abiertas a aquellos que echan mano de las seguras promesas de la Palabra de Dios. Hay gloriosas verdades que se presentarán ante el pueblo de Dios. Privilegios y deberes que ni se imaginan que están en la Biblia serán abiertos ante ellos. Al seguir por la senda de la humilde obediencia, haciendo su voluntad, conocerán más y más de los oráculos de Dios... ELC 138.3
La preciosa fe inspirada por Dios imparte fuerza y nobleza de carácter. Al espaciarse sobre su bondad, su misericordia y su amor habrá una percepción aún mayor de la verdad y un deseo más elevado y más santo de pureza de corazón y limpieza de pensamiento. El alma que more en la pura atmósfera del pensamiento santo es transformada por la relación con Dios mediante el estudio de su Palabra. La verdad es tan grande, tan abarcante, tan profunda y tan amplia que el yo se pierde de vista. El corazón es ablandado y subyugado en humildad, bondad y amor. Y las facultades naturales son aumentadas debido a la santa obediencia. Por el estudio de las palabras de vida los estudiantes salen con mentes más amplias, elevadas y ennoblecidas.—Testimonies for the Church 8:322, 323... ELC 138.4
Es difícil estimar la importancia de procurar un conocimiento cabal de las Escrituras ... La Biblia exige nuestra atención más reverente. No debemos quedar satisfechos con un conocimiento superficial, sino procurar aprender el pleno significado de las palabras de verdad, beber profundamente del espíritu de los Santos Oráculos.—Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana, 107. ELC 138.5