Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. Efesios 6:4. RJ 166.1
En tanto nos hemos referido a la importancia de la tarea y misión de la madre, no debiéramos pasar livianamente por alto el deber y la responsabilidad del esposo y padre en la educación de sus hijos. Los esfuerzos de él debieran estar en armonía con los de la madre que teme a Dios. El debiera manifestar su amor y respeto por ella como la esposa que ha escogido y la madre de sus hijos... RJ 166.2
En la mayoría de las familias hay hijos de diferentes edades, algunos de los cuales necesitan no sólo la atención y la sabia disciplina de la madre, sino también la influencia más firme, aunque afectuosa, del padre...—The Signs of the Times, 6 de diciembre de 1877. RJ 166.3
Los padres deben... tratar con sus hijos, simpatizar con ellos en sus pequeñas dificultades, vincularlos con su propio corazón mediante fuertes lazos de amor y ejercer sobre sus mentes en desarrollo una influencia tal que sus consejos serán considerados como sagrados... RJ 166.4
Al volver de su trabajo a casa, debe considerar como cambio placentero el pasar algún tiempo con sus hijos. Puede llevarlos al jardín... e inculcarles las lecciones más importantes acerca del Creador, al abrir delante de ellos el gran libro de la naturaleza, donde el amor de Dios se expresa en cada árbol y en cada flor y brizna de hierba. Puede convencer su espíritu de que si Dios se interesa tanto por los árboles y las flores, mayor cuidado tendrá aún por los seres formados a su imagen. Puede inducirlos temprano a comprender que Dios desea que sus hijos sean hermosos, no por adornos artificiales, sino por la belleza de su carácter, los encantos de la bondad y del afecto, que harán palpitar sus corazones de gozo y felicidad.—El hogar adventista, 197, 199, 200 (1894). RJ 166.5
Los padres pueden hacer mucho para conectar a sus hijos con Dios al animarlos a amar las cosas de la naturaleza que El les ha dado, y a reconocer la mano del Dador en todo lo que reciben. El terreno del corazón puede así ser preparado tempranamente para echar las preciosas semillas de la verdad, que a su debido tiempo brotarán y darán una rica cosecha. Padres, las horas doradas que pueden pasar obteniendo un completo conocimiento del temperamento y el carácter de sus hijos, y de los mejores métodos de tratar con sus jóvenes mentes, son... preciosas.—The Signs of the Times, 6 de diciembre de 1877. RJ 166.6
El deber del padre para con sus hijos debiera ser uno de sus primeros intereses. No debería ser puesto a un lado con el propósito de adquirir una fortuna, o ganar una alta posición en el mundo. En verdad, esas mismas condiciones de afluencia y honor frecuentemente separan a un hombre de su familia y destruyen su influencia sobre ellos más que cualquier otra cosa. Si el padre quiere que sus hijos desarrollen caracteres armoniosos, y sean un honor para él y una bendición para el mundo, tiene una obra especial que hacer.—The Signs of the Times, 20 de diciembre de 1877. RJ 166.7