El que siembra generosamente, generosamente también segará. 2 Corintios 9:6. RJ 248.1
Ministerio significa servicio, y a este ministerio somos llamados. Deshonra a Dios el que alguno escoja una vida de satisfacción propia. Mis hermanos y hermanas, ¿comprenden ustedes que cada año miles de almas están pereciendo, muriendo en sus pecados porque la luz de la verdad no alumbró su senda?... RJ 248.2
Hay una gran obra que hacer en nuestro mundo. Los hombres y las mujeres han de ser convertidos, no por el don de lenguas ni por la operación de milagros, sino por la predicación de Cristo crucificado. ¿Por qué demorar el esfuerzo por mejorar el mundo? ¿Por qué esperar que se haga algo maravilloso, que se provea alguna estructura costosa? Por humilde que sea su esfera, por modesto que sea su trabajo, si usted trabaja en armonía con las enseñanzas del Salvador, El se revelará por intermedio de usted, y su influencia atraerá las almas a El. El honrará a los mansos y humildes, los que sinceramente buscan servirle. En todo lo que hacemos, sea en el taller, en la chacra o en la oficina, hemos de esforzarnos por ganar almas. RJ 248.3
Hemos de sembrar junto a todas las aguas, manteniendo nuestra alma en el amor de Dios, y trabajando mientras es de día, usando los medios confiados a nosotros en el servicio al Maestro. No importa qué encuentren nuestras manos para hacer, trabajando mientras es de día, hemos de hacerlo con alegría; cualquier sacrificio que seamos llamados a hacer, hemos de hacerlo alegremente. Al sembrar junto a todas las aguas, descubriremos la verdad de las palabras: “El que siembra generosamente, generosamente también segará”. RJ 248.4
Debemos todo a la gracia, a la gracia soberana. La gracia decretó nuestra redención, nuestra regeneración y nuestra adopción para ser herederos con Cristo Jesús. Revelemos esta gracia a otros. RJ 248.5
El Salvador toma a los que encuentra que serán moldeados y los usa para la gloria de su propio nombre. Usa materiales que otros dejarían de lado, y trabaja en todos los que han de entregarse a El. Se goza en tomar material aparentemente inservible, aquellos que Satanás ha degradado y por medio de los cuales ha trabajado, y los somete a su gracia. Se goza en librarlos del sufrimiento, y de la ira que está a punto de caer sobre los desobedientes. Hace de sus hijos agentes para realizar esta obra, y en su éxito, aun en esta vida, encuentran una preciosa recompensa. RJ 248.6
Pero ¿qué es ésto comparado con el gozo que tendrán en el gran día de la revelación final?—The Review and Herald, 5 de enero de 1905. RJ 248.7