La inmutabilidad de la naturaleza se ha debatido ampliamente, y los que escogen la atmósfera de la duda, adoptan fácilmente teorías escépticas, porque ellos no están en armonía con la santa ley de Dios, la cual es el fundamento de su gobierno en el cielo y la tierra. Por su tendencia natural al mal, les fue fácil escoger sendas falsas y dudan de la exactitud de los registros y la historia del Antiguo Testamento y del Nuevo. MM 118.3
Envenenados ellos mismos con el error, han buscado toda oportunidad para sembrar las semillas del error en la mente de otros. Se exalta la naturaleza sobre el Dios de la naturaleza, y se destruye la sencillez de la fe, pues el fundamento de la fe se hace aparecer como incierto. Envuelta en el escepticismo, se deja que la mente de los que dudan se golpee contra las rocas de la infidelidad.—The Youth’s Instructor, 31 de enero de 1895. MM 118.4