Go to full page →

Serán testigos UE 151

En el aposento alto Cristo explicó una vez más las Escrituras concernientes a él mismo. Les dijo entonces a los discípulos que el arrepentimiento y el perdón de los pecados debían ser predicados en su nombre entre todas las naciones, comenzando en Jerusalén. UE 151.1

Antes de su ascensión al cielo, les dijo: “Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”. “Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. Hechos 1:8; Mateo 28:20. UE 151.2

Ustedes fueron testigos, les dijo, de mi vida de sacrificio en favor del mundo. Vieron que recibo generosamente a todos los que vienen a mí confesando sus pecados. Todos los que quieren, pueden ser reconciliados con Dios y tener vida eterna. UE 151.3

A ustedes, mis discípulos, les encomiendo este mensaje de misericordia. Debe ser llevado a todas las naciones, pueblos y gentes. UE 151.4

Vayan hasta los lugares más lejanos del mundo habitado. Recuerden que hasta allí los acompañará mi presencia. UE 151.5

La comisión del Salvador a los discípulos incluía a todos los creyentes hasta el fin del tiempo. UE 151.6

No todos pueden predicar ante congregaciones, pero todos pueden trabajar individualmente por las personas. Pueden atender a los que sufren, ayudar a los necesitados, consolar a los afligidos y hablar a los pecadores del amor perdonador de Cristo. Esta es la obra encomendada a cada cristiano. Quienes la hacen, son verdaderamente sus testigos. UE 151.7