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Capítulo 110—El hogar es una escuela MJ 233

Los jóvenes no se debilitarán mentalmente ni perderán eficiencia consagrándose al servicio de Dios. El temor del Señor es el principio de la sabiduría. El niño más pequeño que ama y teme a Dios es mayor a su vista que el hombre más instruido y talentoso que descuida la gran salvación. Los jóvenes que consagran su corazón y vida a Dios se han puesto, al hacerlo, en contacto con la Fuente de toda sabiduría y excelencia. MJ 233.1