Antes de aumentar la familia deberían considerar si Dios será glorificado o deshonrado por el hecho de traer hijos al mundo. Desde el principio y durante cada año de su matrimonio deberían tratar de glorificar a Dios con su unión. Deberían considerar con toda calma qué provisión pueden hacer para sus hijos. No tienen derecho a traer hijos al mundo para que sean una carga para los demás. ¿Tienen una ocupación en la que pueden confiar para mantener a una familia, de modo que más tarde no lleguen a ser una carga para otros? Si no la tienen, cometen un crimen al traer hijos al mundo para que sufran por falta del cuidado apropiado y de alimento y ropa. MJ 326.2