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Entera sumisión únicamente a Jesús 1MCP 163

Dios requiere que la esposa recuerde siempre el temor y la gloria de Dios. La sumisión completa que debe hacer es al Señor Jesucristo, quien la compró como hija suya con el precio infinito de su vida [...]. Su individualidad no puede desaparecer en la de su marido, porque ha sido comprada por Cristo.—El hogar adventista, 101 (1894). 1MCP 163.4