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El cristianismo en el hogar brilla en todas partes 1MCP 183

El esfuerzo para hacer del hogar lo que debe ser: un símbolo del hogar celestial, nos prepara para colaborar en una esfera más amplia. La educación obtenida al manifestar tierna consideración unos hacia otros nos permite saber cómo tener acceso a los corazones necesitados de que se les enseñen los principios de la religión verdadera. La iglesia necesita toda la fuerza espiritual que pueda obtener, para que todos, y especialmente los miembros más jóvenes de la familia del Señor, sean guardados con todo esmero. La verdad vivida en el hogar se hace sentir fuera de él en una obra hecha desinteresadamente. El que vive el cristianismo en el hogar será en cualquier parte una luz resplandeciente.—The Signs of the Times, 1 de septiembre de 1898; El hogar adventista, 32, 33 (1894). 1MCP 183.2