Está bien que la juventud considere que debe alcanzar el más alto desarrollo de sus facultades intelectuales. No queremos poner límites a la educación que Dios ha hecho ilimitada. Pero de nada nos sirve lograr algo si no lo empleamos para honra de Dios y beneficio de la humanidad. 1MCP 196.1
No conviene atestar la mente con estudios que requieren intensa aplicación, pero no se utilizan en la práctica.—El Ministerio de Curación, 355 (1905). 1MCP 196.2