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Amparar la educación 1MCP 196

La mente será de igual carácter que aquello con que es alimentada; la cosecha, de igual naturaleza que la semilla sembrada. ¿No bastan estos hechos para hacernos ver cuán necesario es amparar desde los primeros años la educación de los jóvenes? ¿No sería mejor para los jóvenes crecer hasta cierto punto en ignorancia de lo que comúnmente se acepta por educación, más bien que llegar a ser indiferentes a la verdad de Dios?—Joyas de los Testimonios 2:453 (1900). 1MCP 196.5