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Educar el alma mediante la disciplina 1MCP 27

Cristianos, ¿se revela Cristo en nosotros? Debemos trabajar para mantener cuerpos sanos y mentes robustas que no se debiliten con facilidad, mentes que miren más allá de sí mismas a la causa y al resultado de cada movimiento que se hace. Entonces estaremos en condiciones de sufrir penalidades como buenos soldados. Necesitamos mentes que puedan ver las dificultades y superarlas con la sabiduría que viene de Dios, que pueda afrontar problemas difíciles y vencerlos. El problema más difícil es crucificar el yo, sufrir penalidades en las experiencias espirituales, educar el alma mediante severa disciplina. Esto no producirá, tal vez, la mejor satisfacción al alma al principio, pero la consecuencia será paz y felicidad.—Carta 43, 1899. 1MCP 27.5