Nuestros afectos mutuos surgen de una común relación con Dios. Somos una familia y nos amamos los unos a los otros como él nos amó. Cuando se compara este afecto verdadero, santificado y disciplinado, con la cortesía ampulosa del mundo, las expresiones carentes de significado de la amistad efusiva son como paja de la era.—Hijos e Hijas de Dios, 103 (1896). 1MCP 217.1
Amar como Cristo amó significa manifestar abnegación en todo momento y lugar, mediante palabras amantes y un continente agradable [...]. El amor genuino es un precioso atributo que se origina en el cielo, y cuya fragancia crece en proporción a la forma en que es dispensado a los demás.—Hijos e Hijas de Dios, 103 (1899). 1MCP 217.2