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La necesidad de pureza de pensamiento y acción 1MCP 290

Os insto sobre la necesidad de la pureza en todo pensamiento, en toda palabra y en toda acción. Tenemos una responsabilidad individual ante Dios, una obra individual que nadie puede hacer por nosotros. Consiste en hacer al mundo mejor por el precepto, el esfuerzo personal y el ejemplo. Aun cuando debemos cultivar la sociabilidad, no lo hagamos meramente por diversión, sino con un propósito. Hay almas que salvar.—The Review and Herald, 10 de noviembre de 1885; El Evangelismo, 361. 1MCP 290.4