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La masturbación debilita la mente*Véase Conducción del Niño, 411-441. 1MCP 291

Algunos niños comienzan la práctica de la contaminación propia [masturbación] durante su infancia; y al aumentar su edad, las pasiones lujuriosas crecen con su crecimiento y se fortalecen con su fuerza. Sus mentes no descansan. Las niñas desean la compañía de los varones, y los varones la de las niñas. Su conducta no es reservada y modesta. Son atrevidos y osados, y se toman libertades indecentes. El hábito de la masturbación ha debilitado sus mentes y manchado sus almas. Los pensamientos viles y la lectura de novelas, historias de amor y libros bajos excitan su imaginación, y satisfacen sus mentes depravadas. 1MCP 291.1

No les gusta el trabajo, y cuando tienen que hacerlo se quejan de cansancio; les duele la espalda, les duele la cabeza. ¿No hay motivo suficiente para esto? ¿Están cansados por causa del trabajo? ¡No, no! Sin embargo, sus padres complacen a estos niños por sus quejas y los liberan del trabajo y la responsabilidad. Esto es lo peor que podrían hacerles. De este modo les quitan casi la única barrera que impide que Satanás tenga libre acceso a sus mentes debilitadas. El trabajo útil en alguna medida sería una salvaguardia contra el decidido control que sobre ellos quiere ejercer Satanás.—Testimonies for the Church 2:481 (1870). 1MCP 291.2