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Las pasiones no controladas dañan las facultades de percepción 1MCP 333

Las pasiones pecaminosas deben ser estrictamente vigiladas. Las facultades de percepción son maltratadas, terriblemente maltratadas, cuando se da rienda suelta a las pasiones. Cuando uno se deja dominar por las pasiones, la sangre, en vez de circular por todo el cuerpo, con lo que se alivia el corazón y se aclara la mente, se concentra en cantidades indebidas en los órganos internos. El resultado es la enfermedad. El ser humano no puede ser sano hasta que vea el mal y lo remedie.—Counsels on Health, 587 (1900). 1MCP 333.4