El poder de la verdad debiera ser suficiente para sostener y consolar en toda adversidad. La religión de Cristo revela su verdadero valor al capacitar a quien la posee para triunfar sobre la aflicción. Pone a los apetitos, las pasiones y las emociones bajo el control de la razón y de la conciencia, y disciplina los pensamientos para que fluyan por canales saludables. Y entonces la lengua no quedará abandonada para deshonrar a Dios por medio de expresiones de anhelos pecaminosos.—Testimonies for the Church 5:314 (1885). 1MCP 134.1